ROXY: Pionero en la escena checa de música de baile
Retumbantes ritmos electrónicos, conciertos en vivo, una galería y numerosas actividades culturales de diferentes tipos, todo eso podrán encontrar en el céntrico club Roxy, situado en la Ciudad Vieja de Praga.
Espacio Experimental Roxy NoD es el nombre oficial de uno de los más antiguos clubes checos que cumple en junio su cumpleaños número 16. Si entran en este local y bajan por la escalera, llegarán al club que incluye la sala principal de conciertos, en la que caben unas 800 personas, y otros lugares más pequeños, como el chill out y la sala de juegos con futbolines.
En cambio, si deciden subir por la escalera, llegarán a la galería y la cafetería, en las que suelen organizarse encuentros culturales de diferente rango, indicó Petr Tajčman, encargado de la promoción del club.
“La abreviación NoD significa ‘No Dimension’, o sea, sin dimensión, lo que significa que estamos abiertos a todo tipo de actividades artísticas. Ese es uno de los objetivos principales de este lugar”.
Petr Tajčman subrayó que el lugar donde se encuentra actualmente el club Roxy cuenta con una larga tradición cultural.
“El nombre Roxy tiene su fundamento histórico, no se trata de un capricho de moda, ya que aquí existió antes el cine Roxy, que a fines de la Segunda Guerra Mundial se convirtió en una sala de bailes”, dijo.
Durante la época comunista, este lugar sirvió como taller a cineastas y a principios de los años noventa lo adquirió la fundación Linhart, que se dedica a la organización de encuentros culturales. En esa época empezó a escribirse la historia del club. A partir de 1992, comenzaron a realizarse allí los primeros conciertos y fiestas de baile, aunque al comienzo sin una concepción sistemática del programa.“Se trató simplemente de un esfuerzo por promocionar la escena de baile en Praga. Roxy fue pionero en este sentido. A partir de 1997, el club empezó a organizar conciertos y fiestas de baile regulares que sirvieron de trampolín a muchos de los famosos DJ´s que aquí iniciaron su carrera y consiguieron la popularidad gracias a este local”, señaló Petr Tajčman.
El club tuvo que superar en su historia varios obstáculos y dos veces estuvo a punto de terminar su existencia. A fines de los años noventa fue cerrado temporalmente debido a las quejas de la vecindad por sobrepasar los límites de ruido. En 2002, fue afectado por las enormes inundaciones que azotaron todo el país. Sin embargo, Roxy logró sobrevivir todas las desgracias del destino y sigue funcionando hasta la actualidad.
El programa de Roxy ofrece, sobre todo, fiestas protagonizadas por DJ´s. La oferta incluye noches regulares con diferentes estilos de música reproducida, como Bush, Zen, Electra, Climax. En total se trata de unos 12 ciclos que se van turnando en función de la demanda del público.
“En estas noches suele presentarse una estrella principal checa o del exterior, que es acompañada por DJ´s residenciales de Roxy y sus invitados. Además, disponemos de otro escenario de chill out, en el que actúan en las fiestas hasta otros seis DJ´s”, explicó Petr Tajčman.
Kim Pixa, uno de los DJ´s de Roxy, indicó que jamás tiene preparado el repertorio para una fiesta y que siempre suele improvisar.
“Siempre depende de la atmósfera y el ánimo de la gente, así que siempre espero con mucha ilusión ver cómo será el público. Yo en persona quiero ofrecer a la gente música electrónica de alta calidad, lo mejor del Minimal, que está de moda actualmente, pero no suelo poner los éxitos comerciales, esa no es mi intención”.
El DJ resaltó que Roxy es uno de los pocos clubes de cultura underground checos que mantiene su alto nivel de calidad de la producción musical, en el que pueden presentarse tanto las grandes estrellas como los DJ´s principiantes.
“Lo importante es mantener el nivel musical de este club y traer a músicos interesantes no sólo desde el punto de vista comercial. En este sentido, me gusta que Roxy invite a muchos DJ´s y productores de música extranjeros que tienen mucho que decir a los espectadores, como el francés Vitalic”, mencionó Kim Pixa.
El programa de Roxy surge copiando en cierto modo las últimas tendencias de estilos musicales. Actualmente está en curso el Minimal, un género de música electrónica basado en la tendencia artística del Minimalismo. Pero para variar el programa, el club ofrece también presentaciones de numerosos invitados especiales, como por ejemplo los intérpretes de Beatboxing, que dominan la habilidad de imitar sonidos con la boca, principalmente cajas de ritmo.
Aunque las fiestas de baile predominan en la oferta de Roxy, el club cada mes ofrece también conciertos en vivo de los más diversos estilos musicales, dijo Petr Tajčman.
“La gama de estilos es muy variada, desde conciertos de rock hasta géneros minoritarios. Entre los conciertos efectuados aquí en el pasado destacaría el de The Wailers, antiguo grupo de Bob Marley, las actuaciones de Kosheen, Faithless y Public Enemy, en fin, la lista es muy larga, y así podría seguir hasta el infinito”, recalcó el encargado de la promoción del club.
El ex guitarrista del grupo Hypnotix, Petr Pokorný, que tocó en Roxy varias veces, mencionó que el club es un local idóneo para realizar conciertos.
“En Roxy siempre lo pasé bien, porque tuvimos la suerte de que siempre logramos llenar la sala. El lugar no dispone de una acústica muy buena, pero si la sala está llena, el sonido no repercute tanto en las paredes. Además, desde la inauguración del club, se están realizando allí de continuo mejoras progresivas, es decir, hay un mejor conjunto de aparatos de sonido, mejoraron los vestuarios para los músicos y el equipamiento interior del club, en general”.
Por otro lado, el guitarrista lamentó que en la actualidad en Roxy no se realicen los conciertos con tanta frecuencia como antes.
“Recuerdo que antes hubo en Roxy muchos conciertos. Después el club se convirtió en un lugar multimedial, con proyecciones fílmicas, teatro, etc, y con el boom del escenario de música bailable, las fiestas de techno y house sustituyeron a la música en vivo. Es una pena, pero creo que hoy día ha crecido una nueva generación que se interesa por los conciertos y que los jóvenes van volviendo a tener ganas de coger la guitarra y la batería e ir a hacer ruido a un club, así que tenemos por delante un buen futuro”, rió Petr Pokorný.
Al igual que muchos otros clubes del país, Roxy tiene que finalizar los conciertos a las diez de la noche para no sobrepasar las normativas de ruido permitido. Las actuaciones en vivo empiezan a eso de las ocho y terminan a las diez, mientras que las fiestas de música reproducida se inician a partir de las diez y terminar cerca de las seis de la madrugada.
El club Roxy se encuentra en la calle Dlouhá 33, en la Ciudad Vieja de Praga. El programa detallado y más información sobre el club encontrarán en checo e inglés en la página web: www.roxy.cz.