Rolando J. Posada: “La embajada checa en Cuba se preocupa bastante por los presos políticos”
El refugiado político cubano Rolando Jiménez Posada lleva ya casi un mes en la República Checa, país que le otorgó asilo tras su excarcelación el pasado mes de octubre. En entrevista para Radio Praga, Rolando nos ha detallado los motivos que le hicieron decidirse por Chequia y sus primeras experiencias en el país.
Tras la excarcelación de opositores fruto de la negociación de la Iglesia Católica y el Gobierno español con el régimen cubano, varios países se ofrecieron para acoger a los recién liberados, uno de ellos la República Checa. Rolando fue el único que se decidió a trasladarse con su familia al corazón de Europa.
En su decisión tuvo mucho peso el trabajo realizado por la misión diplomática checa en La Habana, como nos cuenta.
“La embajada de la República Checa siempre se preocupó. Fueron dos o tres veces a mi vivienda, para preguntar cómo era la situación mía. Yo soy asmático, y normalmente para los asmáticos las enfermedades respiratorias son constantes, y más ahí, como estábamos en una celda, que hay mucha humedad. La embajada checa le preguntaba a la familia qué problemas tenía, qué medicamentos me hacían falta, y entonces nos hacía llegar los medicamentos. La embajada checa en Cuba se preocupa bastante por el problema de los presos políticos. Muy pocas embajadas van directamente a ver a las familias, es decir, si el familiar no va a La Habana, las demás embajadas ni se preocupan, pero en el caso de la checa, van a provincias a interesarse por cuál es la situación del preso político”.
Además de la implicación de la República Checa en el fomento de la democracia en la isla, se trata de un país que pasó recientemente de un régimen comunista a un sistema democrático, algo que también lo hace atractivo a los ojos de Rolando.“Me interesaba, en el tiempo que por obligación tuviera que estar fuera del país, ver la experiencia de cómo los checos han podido hacer esa transición del socialismo a la democracia, y cómo han sido capaces desde el punto de vista jurídico. Porque el principal problema del cambio es, una vez que se derroque ese sistema, cómo darle un carácter jurídico, regular esa transición. Porque precisamente lo que más teme el cubano de un cambio son estas cosas”.
Rolando Jiménez se sigue considerando un disidente y de momento continúa poniéndose al día de las actividades de la oposición cubana en el exilio, dispuesto a reintegrarse cuanto antes a la actividad política. Aunque, contrariamente a sus deseos, fuera de la isla.
Un exilio amargo en el que al menos cuenta con la hospitalidad del Gobierno checo, nos explica.
“La vivienda en la que estamos ahora es provisional. Más o menos para finales de enero, principios de febrero nos entregarían los apartamentos definitivos. Nos explicaron también que nos iban a dar también seguridad social, algo para comprar la comida, esas cosas. Las clases de checo nos las pusieron ellos mismos. Van a mi casa a darme las clases de lunes a viernes. La atención médica también. Me llevaron, me atendieron, me hicieron el chequeo, me dieron medicamentos. La atención ha sido buena, no se puede decir otra cosa. Me siento bien, y espero poderme incorporar lo más pronto posible a la sociedad checa. Buscaré un trabajo lo más pronto posible”.En Cuba todavía quedan 12 presos políticos de los nombrados en el proceso de negociación entre los Castro y la Iglesia. Su intención es no firmar la excarcelación hasta que el régimen les permita quedarse en el país.