Retiran del mercado checo carne de pollo contaminada procedente de Brasil
La Administración Veterinaria checa mandó retirar del mercado nacional carne de pollo procedente de Brasil, después de ser detectadas bacterias de salmonela. La carne contaminada fue descubierta durante una inspección en un comedor militar.
”Las bacterias de salmonela fueron descubiertas durante un control en un comedor militar en dos tipos de carne procedente de Brasil. La contaminación fue detectada en todo el envío de carne. Se trata de pechugas de pollo sin hueso que llevan la inscripción SEARA, de las que fueron importadas más de nueve toneladas, y de filetes de pollo, de los que fueron importados más de 21 toneladas”.
La carne infectada fue importada a la República Checa por varias empresas a las que podría serles aplicada ahora una multa de hasta 1,8 millones de euros si se demostrara que no comprobaron debidamente la calidad de los envíos.
Bacterias de salmonela habían sido detectadas en la carne procedente de Brasil ya a comienzos de abril. Entonces, en depósitos de carne de las regiones de Vysočina y Hradec Králové se encontraban 940 kilogramos de carne y otras cantidades ya habían sido distribuidas en restaurantes y otros establecimientos de alimentación. Con anterioridad, brotes de salmonela habían sido descubiertos también en Eslovaquia, en carne importada desde Brasil.Zbyněk Semerád, director de la Administración Veterinaria, recordó que las autoridades de Brasil intervinieron y acusaron hace poco a varios productores y exportadores de ese país, así como a funcionarios públicos, que desde hace años ‘maquillaban’ la carne podrida para luego exportarla. El caso provocó un gran escándalo en el país sudamericano, que es el principal exportador de carne aviar y bovina del mundo.
A raíz de esos problemas, la Administración Veterinaria checa realiza controles más frecuentes de los productos cárnicos importados. También los propios consumidores dedican mayor atención a lo que compran. Según datos de la agencia GfK, antes de realizar la compra cuatro de cada cinco clientes de los comercios leen los datos que aparecen en la etiqueta del producto, sostiene Zbyněk Semerád, director de la Administración Veterinaria.
”En el caso de la carne bovina, por ejemplo, en la etiqueta aparece el número del animal o del grupo de animales que fueron procesados en una misma fecha, así como datos sobre la empresa de procesamiento. Pero para el consumidor resulta más importante enterarse del país de origen del animal, o sea dónde nació y fue alimentado”.A la República Checa fueron importados el año pasado productos cárnicos y carne por un total de casi 1.117 millones de euros, según datos de la Oficina de Estadísticas. Desde el año 2007 las importaciones de este tipo de productos crecieron al doble. Lo que más se importa a este país es la carne porcina, a la que de lejos le siguen la carne de pollo y bovina. La mayor parte de este tipo de productos es importada a Chequia desde Alemania y Polonia.