Resumen de la Prensa Checa

Por Elena Horálková

El diario Lidové Noviny publica un artículo dedicado al estado de la moral en la sociedad checa, basado en el criterio del destacado sociólogo checo, Ivan Gabal, quien sostiene que tras la caída del sistema totalitario en 1989, a la aplastante mayoría de los checos les faltó una percepción positiva de la moral. El nuevo sistema se basaba en un principio de construir una sociedad nueva en contraste con el comunismo. Pero pronto se puso de manifiesto que no basta con esta idea, ya que el comunismo había destruido de modo fundamental las raíces de la moral, constata Ivan Gabal y prosigue:

En el curso de los siguientes aòos la sociedad checa se hundió en un negativismo moral total, al que contribuyó también el sobreestimación por parte del oficialismo de los criterios económicos en detrimento de los valores del derecho y de la moral. Manifestaciones negativas tuvo además el propio modo de la vida política en el país. Pese a que en los últimos tiempos se registró una actitud más positiva al respecto, el ciudadano checo sigue esperando del prójimo un comportamiento más bien inmoral. El sociólogo matiza que una de las razones de tal estado reside también en el hecho de que en la República Checa el número de creyentes es menor que en el resto de los países europeos.

La mejora de la situación en la región de la antigua Yugoslavia, la prolongación de las vacaciones escolares en relación con la cumbre del Fondo Monetario Internacional y del banco Mundial en Praga, y el mal tiempo son los factores que contribuyeron este aòo al aumento de los gastos de las familias checas para las vacaciones en exterior. Según escribe Mladá Fronta Dnes, se prevé que el presente aòo viajen al exterior casi 2 millones de turistas checos, lo que para las agencias de viajes supone ingresos que sobrepasarán los del aòo pasado en 2 mil millones de coronas checas. Este aumento del interés por viajar al extranjero ha sido registrado no sólo por las grandes compaòías de viajes, sino también por las agencias más pequeòas, puntualiza Mladá Fronta Dnes.

El matutino Ceské Slovo publica una entrevista con el vicepresidente del Banco Mundial, Mats Karlsson, quien visitó este país en relación con la próxima cumbre del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional, a celebrarse en septiembre en la capital checa. En la entrevista, Karlsson afirmó que el Banco Mundial está adoptando una postura absolutamente nueva y más práctica con respecto a numerosos problemas. Así por ejemplo, nos hemos dado cuenta de que la pobreza no es sólo una cuestión de falta de recursos financieros, dijo Mats Karlsson, destacando que no basta con ofrecer ayuda financiera y perdonar las deudas. El Banco Mundial tiene que colaborar en tal situación con los respectivos gobiernos, tratando de contribuir, por ejemplo, a un sistema tributario que favorezca a la esfera empresarial y al intercambio comercial.

El vicepresidente del Banco Mundial afirmó más adelante que eventuales disturbios callejeros durante la sesión de ambas instituciones financieras internacionales perjudicarían, sin lugar a dudas, a la imagen de la República Checa. Quiero subrayar, destacó Mats Karlsson, que los adversarios de la globalización pueden participar en los debates de ambas entidades financieras. Y durante la sesión serán organizados también diversos seminarios en los que podrá participar cualquier interesado, puntualizó el vicepresidente del Banco Mundial en entrevista para Ceské Slovo.

El diario Lidové Noviny informa en esta relación de que los adversarios de la globalización se preparan para realizar en Praga unas 180 manifestaciones y actos de protesta. Sin embargo, según el director del departamento capitalino de la Policía checa, Radislav Charvát, esta cifra no se puede considerar como definitiva, debido a que las alcaldías de los distintos barrios de Praga no otorgaron a los activistas el correspondiente permiso para la realización de las protestas. Durante la sesión del FMI y del Banco Mundial en las calles de Praga atendrán al mantenimiento de la orden 11 mil policías, que en caso de necesidad utilizarán todos los instrumentos legales contra los que perturben el mismo, cita el diario a Radislav Charvát.