República Checa se asemeja a España en equipamiento de hogares
Después de más de una década de transformaciones, los países poscomunistas del Centro de Europa han dado el gran salto, y el nivel de vida de sus ciudadanos se acerca al de algunos países de Europa occidental. La República Checa acusa, en algunos casos, índices muy similares a los de España.
En lo referente a los ingresos per cápita en euros, los países occidentales aventajan en mucho a los del Este, por lo que el estudio de la Academia checa partió de lo que disponen los ciudadanos en sus hogares.
El 52,4 por ciento de los hogares checos tiene horno de microondas, lo que es completamente comparable con España con un 52 por ciento, a la vez que ambos países registran el 89,5 por ciento de hogares con lavarropas.
La República Checa supera a España en electrodomésticos de cocina. El 38,6 por ciento de las cocinas checas dispone de modernos equipos eléctricos, mientras que en España tan sólo el 12,2 por ciento. En España el 18,9 por ciento de los hogares tiene lavavajillas, mientras que en la República Checa sólo el 6,8 por ciento.
Si bien, el equipamiento de los hogares checos se asemeja cada vez más al de Europa occidental, las mayores diferencias se notan en el número de automóviles por familia y en la edad de los mismos.
Resulta curioso que los automóviles más viejos circulan en Gran Bretaña, un 72,6 por ciento, mientras que los más nuevos en España donde el 75,3 por ciento son nuevos.
En la República Checa el 56,8 por ciento de los vehículos son viejos, pero en cuanto a un auto por familia, los checos superan a sus vecinos occidentales y poscomunistas con el 53,7 por ciento. No obstante, en las estadísticas de más de un vehículo por hogar la primacía es de los franceses con un 30,2 por ciento.
En números generales la República Checa ha elevado el nivel de vida de sus ciudadanos de manera significativa, en muchos casos iguala o supera a países occidentales, pero en otros todavía tiene un largo camino por delante. Pero como explicara el experto Milan Tucek, la mayoría de los checos ya olvidó que en la época comunista la mayoría de productos de consumo se etiquetaban como "productos de lujo" lo que los convertía en inasequibles para la inmensa mayoría de la población.