RCh vivirá la mayor huelga de trabajadores desde 1989
La Confederación Checo-Morava de Sindicatos convocó para este martes a una huelga general de una hora contra la reforma de las finanzas públicas. Se tratará de la mayor movilización de trabajadores en el país desde la Revolución de Terciopelo, en 1989.
Los sindicatos acusan al Gabinete del primer ministro, Mirek Topolánek, de haber introducido medidas que influyeron negativamente en los sueldos reales de los empleados de la educación, la salud y el sector público. Insisten en la reelaboración de la reforma sanitaria y del sistema de pensiones y solicitan abrir diálogos sobre el monto de las tasas fiscales y el Código Laboral.
Según la Confederación de Empleadores y Empresarios, la huelga no está de acuerdo con la normativa checa y los empleados que participen en ella podrían ser castigados. Sin embargo, el abogado de la Confederación Checo-Morava de Sindicatos, Vít Samek, insiste en la legalidad de las protestas.
“El derecho de huelga se desprende de las normas internacionales como son el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales y varios acuerdos de la Organización Internacional del Trabajo. Según la Constitución, éstos se superponen a las normas locales”, subrayó Samek.
Por otro lado, el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Petr Nečas, consideró la huelga como un acto político y recalcó que existen vínculos entre la dirección del opositor Partido Socialdemócrata y algunos líderes sindicalistas.
El número de personas que se adherirán a la huelga aún se desconoce pero los sindicatos suponen que superará dos millones. La mayor participación se espera en el sector de la salud y del transporte. Durante todo el día los consultorios médicos permanecerán cerrados y los hospitales atenderán sólo casos de gravedad. En la mayoría de las ciudades checas, el transporte urbano se paralizará entre la una y las dos de la tarde.