'Proyecto Quipu' da voz a las víctimas de esterilizaciones en Perú
El documental interactivo 'Proyecto Quipu' pone en relieve testimonios de las víctimas de las masivas esterilizaciones forzadas, cometidas en Perú en los noventa por el Gobierno de Alberto Fujimori. La directora peruana Rosemarie Lerner presentó el proyecto en Praga en el marco del festival de cine de Derechos Humanos 'Un Mundo'.
El tema afloró en 2011 durante las elecciones presidenciales donde se presentó de candidata Keiko Fujimori, la hija del ex mandatario, responsable de las esterilizaciones. Fue entonces cuando la peruana Rosemarie Lerner y la chilena María Ignacia Court decidieron dar voz a las personas afectadas.
„Me sorprendí porque no sabía la magnitud y la escala de lo que había sucedido. Me di cuenta que muchísima gente en Perú, especialmente en Lima, no sabía que esto había pasado. En muchos casos incluso lo niegan o defienden. Nos dimos cuenta de que había mucha gente que había estado luchando por la justicia desde hacía 20 años. El problema fue que no habían sido escuchadas. Entonces, decidimos acercarnos a este proyecto de una manera interactiva, queríamos hacer algo participativo, donde aquellos afectados pudieran por fin hacer escuchar sus propias voces”, apuntó Rosemarie Lerner.
'Proyecto Quipu' está concebido como un foro donde las personas afectadas comparten sus testimonios a través de una línea telefónica gratuita. Otros pueden llamar para escucharlos y dar respuestas. Para que esta memoria colectiva se difunda a nivel mundial, las directoras suben los testimonios a la página web del proyecto.Al igual que el quipu, el antiguo sistema inca que archiva la memoria a través de cuerdas anudadas, el proyecto interactivo guarda testimonios de este traumático capítulo de la historia peruana a través de las voces. Según destacó la directora, el documental no habla de los afectados como de víctimas para reforzar el aspecto activista y el empoderamiento de las mujeres.
Un camino complicado para acercarse a los afectados
Muchas de las personas afectadas residen en zonas aisladas sin acceso a los modernos medios de comunicación. Difundir el llamamiento y encontrar a las protagonistas se lo facilitaron a las documentalistas dos organizaciones que llevan luchando por la justicia desde hace más de dos décadas. Se trata de la Asociación de Mujeres Afectadas por las Esterilizaciones (AMAE), con sede en Cuzco, y el Convenio IAMAMC-AMHBA, que opera en la región de Huancabamba.“Fue un proceso bastante largo para ganarnos su confianza. Muchas de ellas estaban muy reacias a recibir a prensa, a los documentalistas, porque durante los años mucha gente se les había acercado, habían tomado fotos, y ellas nunca vieron ningún efecto e impacto. Ha sido un trabajo bastante delicado y cercano con las organizaciones. Gracias a ellas hemos empezado a contactar a más personas afectadas”.
“Una mujer sin hijos y trabajo se considera inútil”
Los traumas sufridos y los problemas con la salud siguen complicando la vida de los afectados hasta la actualidad, afirma Rosemarie Lerner.
„Muchísimas de las personas, casi todas ellas, como son mujeres indígenas que viven en las zonas rurales y que trabajan en el campo. Uno de los principales problemas des que las operaciones las hicieron de muy mala manera. Las condiciones médicas no fueron adecuadas. Muchas tienen secuelas físicas y sienten mucho dolor. La mayoría de ellas no pueden seguir trabajando, no se pueden sostener y a sus familias. En muchos casos a las familias las han abandonado los esposos, y las comunidades se han marginalizado, las han estigmatizado. Una mujer que no puede tener hijos y no puede trabajar es considerada como inútil“.
La justicia viene demandada por diferentes asociaciones desde finales de los años noventa, pero aún no se ha conseguido ninguna indemnización. El actual presidente del Perú, Ollanta Humala, lanzó en octubre de 2015 un Decreto Supremo para crear un registro nacional de víctimas de las esterilizaciones forzadas, pero aún así queda un largo camino para conseguir la justicia, señaló Rosemarie Lerner.“Sin duda es el paso más importante que se ha hecho en todo este tiempo, pero tampoco asegura justicia que aquellos responsables de los que sucedió vayan a ser juzgados. Sino que es un registro que busca darles asesoría legal y apoyo.en salud Es un gran paso pero todavía hay muchísimo por hacer”.
Rosemarie Lerner ha escuchado más de cien historias de abuso y confiesa cuáles de ellas considera las más traumáticas.
“Una de las cosas que más me ha llamado la atención es que hay muchos casos, por lo menos me acuerdo de cinco, de mujeres que fueron esterilizadas mientras estaban embarazadas. Hay un caso en particular de una mujer que no le pusieron bien la anestesia y escuchó cuando se dieron cuenta de que estaba embarazada. Les dijo que no sacaran al bebé, que prefería morir junto a él. Dejaron al bebé dentro, ella siguió con el embarazo hasta los siete meses, pero le dio complicaciones y perdió el bebé. Esto le afectó y marcó muchísimo”.
“Los intereses políticos complican que la gente escuche”
El objetivo principal del Proyecto Quipu es que la sociedad escuche los testimonios de las personas afectadas y se cree su opinión. No obstante, el Perú se encuentra actualmente en plena campaña para elecciones presidenciales, a efectuarse en abril, y los intereses políticos complican que la gente preste oídos, apunta la directora.
“El tema está nuevamente politizado, como la hija de Fujimori nuevamente está corriendo para presidenta y está primera en las encuestas, muchos de sus oponentes usan este tema en contra de ella, lo politizan. Esto lamentablemente es una rama de doble filo. Por un lado le da tensión al tema y el proyecto se hace más relevante. Por otro, el objetivo principal del proyecto es que la gente realmente escuche directamente a las personas afectadas y que escuchen que es lo que pasó para hacerse una opinión. Las posiciones políticas a veces hacen un poco difícil sobrepasar esto y la gente no llega a escuchar, sino que tiene una opinión incluso antes“.
Los documentales interactivos tienen un mayor potencial para movilizar
Rosemarie Lerner sostiene que el género del cine documental tiene el poder de movilizar la sociedad.“En el documental veo un potencial para poder reconocer a otro, conocer otras realidades, promocionar más entendimiento. Creo que los documentales son una herramienta muy poderosa para el cambio social. En particular creo que este nuevo género de los documentales interactivos transmedia tienen además un potencial aún mayor. Estas herramientas que están al servicio de todos y que son cada día más democráticas permiten que más personas puedan compartir sus visiones del mundo, participar e intercambiar ideas. Me parecen interesantes todas las herramientas que tenemos a mano para contar historias, generar cambio e impacto“.
Al mismo tiempo, la directora es consiciente de que no todo el mundo tiene acceso a Internet, y en muchos casos, como muchas protagonistas de su proyecto ni siquiera a la electricidad.
“A veces no nos podemos olvidar de que esta idea del mundo cada vez más globalizado no es del todo cierta. Cuantos más avances tecnológicos hay, más nos alejamos de aquellos que están en el otro lado de la brecha digital. Por eso, con este proyecto queríamos encontrar una manera de cómo incluir en este diálogo a gente que no tiene acceso a estos nuevos medios. Las herramientas están allí, con maneras creativas como conectar una simple línea de teléfono al Internet tal vez podemos tratar de incluir a estas personas en este diálogo para que la división no se siga haciendo más y más grande”.
La parte interactiva del Proyecto Quipu estará abierta para recibir testimonios vía telefónica hasta diciembre de 2016. Para llegar al mayor público peruano, las directoras planean poner en marcha una campaña de radio a nivel nacional. Muchos protagonistas del Proyecto Quipu inspiraron a las cineastas con sus conmovedores testimonios para crear un largometraje, que se encuentra en proceso de realización.