Proyecto europeo permitirá acreditar la experiencia laboral de mujeres gitanas

Las coordinadoras del proyecto ROM-ACT en la RCh, Martina Horváthová y Rena Horvátová, de Palabra 21, foto: Ivana Vonderková

Definir y eliminar las barreras que dificultan el acceso de las mujeres gitanas al mercado laboral es el objetivo del proyecto europeo ROM-ACT, en el que participa también la República Checa. Este programa persigue la validación de la experiencia laboral de las mujeres gitanas que no tienen formación académica.

Las coordinadoras del proyecto ROM-ACT en la RCh,  Martina Horváthová y Rena Horvátová,  de Palabra 21,  foto: Ivana Vonderková
Diez mujeres gitanas checas serán incluidas en el proyecto piloto ROM-ACT, que quiere mejorar la situación socio-económica de las mujeres de esa etnia en Europa. En Chequia viven unos 250.000 gitanos aproximadamente y la mayoría de las mujeres de esta minoría terminó sólo la educación básica obligatoria. Y a pesar de que tienen cierta experiencia laboral, difícilmente encuentran trabajo, sostiene Martina Horváthová, de la asociación cívica Palabra 21 (Slovo 21), coordinadora del proyecto ROM-ACT en la República Checa.

“El proyecto europeo se orienta al aprendizaje a lo largo de toda la vida y persigue que las mujeres gitanas sean incluidas en los sistemas de validación del aprendizaje no académico. En la práctica ello significa dar a conocer a la comunidad gitana la posibilidad de obtener cierta cualificación profesional o sea, acreditar los conocimientos, experiencia y aptitudes de las gitanas sin formación académica. Esta tendencia es apoyada por la Unión Europea y quiere ayudar a las mujeres gitanas a hacerse valer en la sociedad”.

Según reconoce Martina Horváthová, las mujeres gitanas reaccionan al proyecto con cierta desconfianza y resulta bastante difícil convencerlas a participar.

”Esto se debe a que en la República Checa el sistema de validación de la cualificación está estrechamente vinculado con los cursos de recualificación. Las mujeres gitanas dicen que están dispuestas a inscribirse y pasar por algún curso, pero su experiencia hasta el presente es tal que aún así no consiguen trabajo. Si tuvieran la perspectiva de conseguirlo, no vacilarían en aprender algo nuevo”.

El proyecto europeo ROM-ACT es financiado en gran parte por la Comisión Europea y participan en él instituciones académicas como por ejemplo la Universidad de Barcelona, así como organizaciones cívicas que se dedican a la problemática de las minorías étnicas, recalca Martina Horváthová.

”El proyecto es financiado del 75% por la Comisión Europea que destinó a él 236.000 euros en total, de los que 25.000 euros están reservados para la República Checa. Siete organizaciones de cinco países participamos en el programa, en el que serán incluidas por el momento 50 mujeres gitanas en total. Además de Chequia se adhirió Rumania, Grecia, Irlanda y España. Justamente a la Asociación Gitana de Mujeres Drom Kotar Mestipen de España se debe el surgimiento de este proyecto en el que participa también la Asociación Europea para la Educación de Adultos con sede en Bruselas”.

Para la realización del proyecto son muy importantes las opiniones de las propias mujeres gitanas respecto a las barreras en el acceso al trabajo y que les impiden una mayor inclusión social.

Además de la acreditación profesional para 50 mujeres gitanas, el proyecto ROM-ACT supone la grabación de un DVD con las experiencias de las mujeres participantes, la creación de una página web especial sobre esa problemática y la elaboración de un informe que determinará las dificultades de las mujeres gitanas europeas en el acceso al mercado laboral. Este informe podrá ser aprovechado posteriormente por los diferentes Estados en la elaboración de normas relativas a la validación de los conocimientos no académicos y la experiencia laboral de los ciudadanos.