Primer ministro francés habla en Praga de cooperación económica y recuerda la Revolución de Terciopelo
El primer ministro francés, Manuel Valls, arribó este lunes a Praga en una visita oficial de dos días. El político viajó a la capital checa para conmemorar el 25 aniversario de la Revolución de Terciopelo e impulsar la cooperación económica bilateral.
La delegación de empresarios que acompaña al político pone de manifiesto que los franceses no pierden la esperanza de participar en la construcción de reactores para las plantas nucleares checas, según indicó Valls.
“Indiferentemente del resultado de la licitación para la construcción de los reactores nucleares de las centrales de Temelín y Dukovany, nuestro deseo es participar en el fomento de la energía nuclear en Europa con empresas como EDF y Areva”.
En mayo los checos celebraron 10 años en la Unión Europea y el nuevo presidente, Miloš Zeman, anunció que Praga se acercaría más a las instituciones europeas, lo que ha encontrado una repercusión muy positiva en París.
Otro aspecto significativo de la visita de Valls fue recordar el mítico desayuno celebrado hace 26 años en la embajada de Francia en Praga. Durante su visita oficial a Checoslovaquia en 1988, el presidente Francois Mitterrand pidió al régimen comunista que deseaba reunirse con un grupo de disidentes entre los que se encontraba Václav Havel, futuro presidente.Aquello representó un duro golpe para el entonces presidente checoslovaco Gustav Husák que a regañadientes se vio obligado a reconocer que en el país había opositores políticos.
Este año los checos conmemoraron el 25 aniversario de la Revolución de Terciopelo. El primer ministro Valls y su homólogo Sobotka calificaron aquel desayuno como uno de los hitos que ayudaron a la derrota del comunismo en Checoslovaquia un año después.
Antes de abandonar el país Manuel Valls participó en un foro checo-francés, con la participación de empresarios de ambos países, para incrementar la cooperación económica bilateral.