Praga ya tiene también su museo del chocolate

Un placer delicioso para unos, una auténtica pesadilla para otros. El chocolate despierta pasiones en todas las culturas y edades. A partir de septiembre, este manjar divino tiene su museo en Praga. En A Toda Marcha conversamos esta vez con su director, Ladislav Provaan.

Todo empezó hace dos años, cuando los esposos Simona y Henk Mestdagh, de Bélgica, decidieron abrir una tienda de bombones de chocolate belga en Praga.

Cuando encontraron el local apropiado, en la céntrica calle Celetná, contactaron con el arquitecto checo Ladislav Provaan quien se ocupó de la reconstrucción del edificio. Fue idea suya la de abrir un museo del chocolate en Praga, según afirma.

“Cuando empecé a ocuparme del tema, descubrí que existe un gran número de museos del chocolate en el mundo y que, además, son instituciones económicamente independientes, gracias al enorme interés por parte del público. Me sorprendió y, al mismo tiempo, me entraron las ganas de montar uno en Praga”, señala Provaan.

Gracias al entusiasmo de Ladislav Provaan y la ayuda material de los esposos Mestdagh y el señor Eddy Van Belle, de Bélgica, el primer museo checo del chocolate fue inaugurado en septiembre de este año en Praga.

Dividido en tres secciones diferentes, ofrece a los visitantes una información completa acerca del cultivo del cacao y de la producción chocolatera a lo largo de la historia.

Una parte del museo está dedicada a los envoltorios de chocolate, del coleccionista checo Stanislav Krámský, número uno a nivel mundial en la colección de estos objetos, destaca Provaan.

“Tenemos aquí una muestra de la colección del ingeniero Krámský que documenta la historia centenaria de los envoltorios de chocolate. Algunos de ellos son verdaderas piezas artísticas”, afirma Provaan.

Los aficionados al chocolate encontrarán en la exposición una información exhaustiva de los beneficios de este manjar delicioso sobre la salud humana y también aprenderán a reconocer el chocolate de calidad.

Los países como Bélgica y Suiza tienen una tradición de muchos años de fabricar chocolate. La República Checa destaca, más bien, por producir cerveza. Alguien podría objetar entonces que abrir un museo del chocolate acá no tiene ningún sentido. Ladislav Provaan no comparte la opinión.

Ladislav Provaan  (Foto: CTK)
“Yo mismo me quedé sorprendido al saber que el chocolate, igual que el café, llegó a las tierras checas ya hace 200 años. Creo, además, que no es una casualidad que la primera fábrica del chocolate en Praga estuviera ubicada en la Casa del Sol Negro, justo al lado del actual museo del chocolate”, recalcó Provaan.

Como todos los buenos empresarios, Ladislav Provaan tiene muchos planes para el futuro. Dentro de poco planea abrir en el museo una sección nueva en la que se les enseñará en vivo a los visitantes el proceso de fabricación del chocolate en tabletas. Por supuesto, todos recibirán una pequeña muestra de la producción, afirma el director.

En cuanto al consumo del chocolate, los checos, con cinco kilogramos anuales por persona, representan el promedio europeo. El ránking es liderado por los suizos, los alemanes y los austriacos, que consumen unos 10 kilos al año. Los menos aficionados al chocolate resultan los griegos, con 2,7 kilos anuales por persona, y los portugueses, con sólo dos kilogramos, según se desprende de las estadísticas europeas.

El museo del chocolate Choco-Story-Praha se encuentra en la calle Celetná 10, Praga 1.