Praga reflexiona sobre el bicentenario de ‘La Pepa’

La Constitución de Cádiz de 1812, foto: Jaontiveros, Wikimedia Creative Commons 3.0

El bicentenario de la Constitución de Cádiz de 1812, ‘La Pepa’, fue la protagonista de una charla en el Instituto Cervantes de Praga. La que fue la primera constitución española y que representó una ruptura con el pasado, sirvió en Praga para reflexionar sobre la crisis de fe en la política actual de la que adolece toda Europa.

La promulgación de la Constitución de 1812,  obra de Salvador Viniegra  (Museo de las Cortes de Cádiz),  foto: Wikimedia Commons Free Domain
En 1812, las Cortes de Cádiz concluyeron tras cientos de votaciones el texto que regularía en adelante la vida en España y en los territorios que tenía repartidos por todo el planeta.

El Instituto Cervantes de Praga analizó este martes lo que supuso aquella Carta Magna, nacida para cambiar la sociedad, y surgida en la época de las revoluciones liberales, la Revolución Francesa y la independencia de los Estados Unidos de América.

Lorenzo Delgado, historiador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España, destacó que combatió el desequilibrio existente entre los privilegios de algunos con respecto al resto de la sociedad, como uno de los cambios fundamentales de ‘La Pepa’, pero el cambio fue más profundo.

La Constitución de Cádiz de 1812,  foto: Jaontiveros,  Wikimedia Creative Commons 3.0
“Lo más importante en realidad es lo que significa como parte de un ciclo histórico en el que los sistemas de poder previos, el Imperio Británico, el Imperio Francés, el Imperio Hispánico… van a verse modificados por otros sistemas políticos distintos con relaciones de poder distintas, con relaciones económicas distintas e incluso con modelos culturales diferentes. Esos sistemas, esas iniciativas que están tomando personas de diferentes lugares, van a cambiar el mundo, van a cambiar las relaciones entre las personas que viven en esas sociedades. Es el inicio de la época contemporánea, el inicio de la sociedad en la que todavía vivimos”.

‘La Pepa’, llamada así por ver la luz el día de San José, es el símbolo del nacimiento de la nación. Antes no existía España como tal, sino la Monarquía Hispánica, y todo tenía que ver con el rey, explicó Delgado.

La conmemoración del bicentenario de ‘La Pepa’ llega sin embargo en un momento de gran descontento social en España y en el que se cuestiona la validez de la actual Constitución de 1978, que toma muchos de los conceptos de aquella de Cádiz. Las pretensiones independentistas de grandes sectores en Cataluña y el País Vasco, las protestas callejeras en todo el territorio contra la escena política y los recortes derivados de la crisis económica ponen sobre la mesa el debate sobre la necesidad de cambios.

Las Cortes de Cádiz,  durante la celebración de la Sesión en la que los Diputados juran su cargo en 1810,  obra de José María Casado del Alisal. Congreso de los diputados de Madrid. Foto: Wikimedia Commons Free Domain
Pero la falta de confianza en la política no es solo española, sino europea, dice Lorenzo Delgado.

“Quienes en definitiva tienen la voz cantante a la hora de reformar el pacto social son los representantes de esa sociedad. Si esos representantes no son capaces de tomar el pulso a la sociedad para saber qué es lo que está demandando, pues habrá que pensar si de verdad están representando a esa sociedad. Europa en general está viviendo una cierta crisis de representatividad política como ya ha ocurrido en otros momentos históricos. Esperemos que los políticos europeos consigan reconducir la situación para que no caigamos en coyunturas mucho más terribles”.

Lorenzo Delgado subrayó en Praga que una constitución es un pacto, y como tal, cuanto más amplio sea, más estable y duradero resultará. La Constitución española actual ha sido la más duradera de su historia, lo cual no quiere decir que sea intocable, pero tampoco que cualquier cambio vaya a ser la solución que muchas voces reclaman, piensa el historiador.

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