Praga, la capital más custodiada del mundo

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Praga se ha convertido por unos días en una de las capitales más protegidas del mundo. Las rigurosas medidas de seguridad se deben a la cumbre Rusia-EE.UU. de este jueves, en la que los presidentes de las dos superpotencias, Dmitri Medvédev y Barack Obama, firmarán en la capital checa un nuevo acuerdo de desarme nuclear.

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Limitaciones del tráfico, unos 5.000 policías uniformados en las calles de Praga, reforzados por efectivos militares y especialistas antiterrorismo, además de aviones militares que custodiarán la ciudad desde el aire. Estas son algunas de las medidas de seguridad a ser aplicadas durante la estadía de Obama y Medvédev en la capital checa. Según recalcó el presidente de la Policía, Oldřich Martinů, se trata de uno de los mayores dispositivos de seguridad en la historia de la República Checa.

Oldřich Martinů,  foto: ČTK
”La ciudad de Praga, el Castillo de Praga, los hoteles Hilton y Four Seasons, los lugares en los que se efectuarán las deliberaciones ruso-estadounidense al máximo nivel, así como las sedes de las Embajadas de EE.UU. y Rusia en esta capital, serán los puntos más protegidos del planeta”.

Martinů apuntó que las medidas que son aplicadas a partir de este miércoles serán más amplias todavía que las que se adoptaron en el año 2000 durante la sesión en Praga del Fondo Monetario Internacional y en 2002 durante la reunión de la OTAN. Sus costes se calculan entre un millón y medio y dos millones de euros.

La celebración de la cumbre ruso-estadounidense en Praga testimonia la confianza de los líderes de las dos superpotencias mundiales en que Chequia es capaz de asumir la responsabilidad por el encuentro, destacó Martin Pecina, ministro del Interior.

Martin Pecina y Oldřich Martinů,  foto: ČTK

”Consideramos un gran honor para la República Checa el poder organizar el encuentro de los dos mayores líderes políticos del planeta. Es un testimonio de que Chequia es concebida en el mundo como un país seguro. Apreciamos también la confianza depositada en las fuerzas de seguridad checas, a las que les fue encargado velar por el transcurso tranquilo de la cumbre”.

En el cumplimiento de esa tarea la Policía coopera estrechamente con los Servicios de Inteligencia y, según aseguró Pecina, no se tiene indicio alguno hasta el presente de la existencia de algún peligro latente para la seguridad de la República Checa y, por ende, para los participantes en la cumbre ruso-estadounidense en Praga.