Policía checa desmantela red de distribuidores de droga
La policía checa logró un gran éxito al desmantelar recientemente una amplia red de narcotraficantes. La operación denominada "Atak", es considerada como una de las mayores redadas efectuadas hasta el presente en la República Checa contra los narcotraficantes.
La confiscación de más de 70 mil tabletas de la droga éxtasis por un valor de aproximadamente 500 mil euros y la detención de varios distribuidores checos de drogas. Tal es el balance de la redada contra los narcotraficantes, realizada recientemente por la policía checa. En la acción tomaron parte centenares de policías y aduaneros, así como especialistas de la Central Nacional de Lucha Antidroga y detectives de otros países europeos.
Durante un año especialistas en lucha antidroga siguieron las actividades de una extensa red de narcotraficantes y la distribución de la droga éxtasis en las mayores ciudades de la República Checa. El contrabando se realizaba desde Holanda, informó el inspector, Oldrich Dvorák, quien encabezó la operación "Atak", coronada de éxito.
"Fueron detenidas quince personas. Seis distribuidores de drogas podrían ser condenados a penas de 10 a 15 años de prisión. Los nueve restantes podrían permanecer en la cárcel de 2 a 10 años."Entre los detenidos figura también un estudiante de la Universidad Carolina de Praga. Con el fin de desarticular a todo el grupo, la detención de los narcotraficantes se efectúo en forma simultánea en varias ciudades del país, sostuvo Jirí Komorous, jefe de la Central Nacional de Lucha Antidroga.
"Hemos procedido a la detención simultánea tanto de los distribuidores de drogas, como de los propios organizadores del narcotráfico en la República Checa. A través de ellos seguimos una pista conducente a Holanda. Allí se ocuparon del caso nuestros colegas holandeses, logrando descubrir un laboratorio clandestino en el que se fabricaban las tabletas de éxtasis".
Indudablemente, la policía checa obtuvo gran éxito en la lucha contra la droga en este país. No obstante, según reconoció el jefe de la Central Antidroga, Jirí Komorous, se trata de una victoria parcial en la lucha contra el narcotráfico el cual, especialmente en los últimos años, echó en la República Checa profundas raíces.