Pilsen decidirá en referéndum si acepta construcción de un nuevo centro comercial
El Tribunal Regional de Pilsen ordenó este lunes convocar un referéndum sobre la construcción de un gigantesco centro comercial en la zona histórica de la ciudad. La decisión del Tribunal llega después de que los concejales locales hayan ignorado la opinión de unas 20.000 personas que rechazaron el nuevo edificio en una petición.
Miles de ciudadanos firmaron una petición de referéndum sobre la construcción del centro que según muchos complicará la situación de transporte en la ciudad y amenazará a los comerciantes locales, afirma Martin Marek, uno de los organizadores de la petición.
“Pilsen es conocida por tener más centros comerciales por metro cuadrado que cualquier otra ciudad checa. Creemos que el nuevo edificio debería tener una función cultural. Podría ser una biblioteca o un espacio cultural con un parque. Los ciudadanos mostraron en la petición que no quieren un nuevo cubo gigantesco y poco estético que ofrece sólo tiendas y nada más”.
La petición la firmaron en verano pasado casi 20.000 personas, mucho más de lo que era necesario para convocar el referéndum. Sin embargo, la Alcaldía de Pilsen decidió no convocarlo por miedo a las sanciones por parte de la empresa Amadeus que planea construir el centro comercial. En octubre, Martin Marek y sus compañeros demandaron a los concejales por violar la ley de plebiscito. Este lunes el Tribunal Regional de Pilsen decidió que el referéndum tiene que celebrarse. El alcalde de Pilsen, Martin Baxa, señaló que va a respetar la decisión.“Estoy contento de que los habitantes de Pilsen tengan la posibilidad de expresar su opinión sobre el nuevo edificio. Tenemos una gran responsabilidad financiera por la ciudad y por eso vamos a informar de manera sincera a los ciudadanos sobre los costos que el rechazo de la construcción puede representar para la ciudad”.La empresa Amadeus señaló que en caso de no poder construir el centro comercial va a solicitar una indemnización de unos 40 millones de euros. No obstante, los organizadores de la petición replican que la Alcaldía no tiene obligación de pagar ya que la empresa no tiene ningún contrato con la ciudad. El primer referéndum en la historia de la ciudad cervecera se celebrará junto a las elecciones presidenciales a principios de enero.