Panorama Checo
En esta edición les invitaremos a la Ruta de la Cerveza y les hablaremos de los intentos de resucitar los grandes cafés praguenses.
Ruta de la Cerveza
En el mapa turístico de la República Checa figuran ahora no sólo castillos y palacios sino también la llamada Ruta de la Cerveza...
Através del proyecto de la Ruta de la Cerveza quieren darse a conocer las pequeñas fábricas de cerveza. En la República Checa las hay 27 y en el primer semestre del presente año produjeron 968 mil hectolitros.
El proyecto de la Ruta de la Cerveza se propone promocionar las marcas regionales de cara a la competencia de las compañías cerveceras multinacionales que destinan a la publicidad sumas multimillonarias.
Además de la sabrosa cerveza y apetitosa comida, el turista que recorra la Ruta de la Cerveza podrá encontrar fácilmente alojamiento, en las pequeñas fábricas cerveceras le mostrarán cómo se produce su bebida predilecta y por el camino podrá familiarizarse también con la historia del lugar visitado.
La promoción de una pequeña fábrica de cerveza es más fácil si ésta posee un restaurante propio. En Chodová Planá, Bohemia Occidental, el turista puede visitar durante el recorrido por la cervecería, un restaurante instalado en un viejo sótano de granito, excavado en la roca
En la cervecería de Náchod, el restaurante funciona en un vagón ferroviario de los tiempos de la Primera República Checoslovaca. A su vez, la fábrica de cerveza Cerná Hora ha convertido una vieja maltería en un centro de servicios al turista, dotado de un restaurante, un bowling y un centro fitness.
Instalar en una cervecería un centro fitness me parece genial. En las redondas figuras de los checos se nota que la cerveza no adelgaza y perder un poco de tejido adiposo haciendo ejercicio no les vendría mal.
Te confieso que ya me siento un poco mareado con sólo imaginar cómo recorro la Ruta de la Cerveza y cato la marca Eggenberg en Ceský Krumlov, la Regent en Trebon, Primátor en Náchod...
Te comprendo perfectamente. En checo existe un dicho que afirma que comiendo crecen las ganas de comer...
De ello se desprende que bebiendo crecen las ganas de beber. Una vez en la Ruta de la Cerveza, yo sentiría probablemente ganas de probar también el néctar producido en las fábricas de cerveza de Svijany, Nová Paka y Policka...
Te aconsejo que antes de seguir la Ruta de la Cerveza te preocupes primero cómo tratar la resaca.
Soy una persona un poco desorganizada, pero este asunto ya lo tengo bien pensado. En el viaje de regreso conducirá mi novia y una vez en Praga me voy por la mañana a desayunar al café Louvre, en la Avenida Nacional, donde ofrecen a las personas en mi situación los primeros auxilios através del menú que se llama El Juerguista y comprende...
Yo me lo imagino: una cerveza...
Sí, no te pongas irónica, por favor. Sí, una cerveza, un gulash y tostadas con queso picante...
?Y una cerveza más, no?
Otro alfilerazo. En realidad fuiste tú quien me sugirió la visita al café Louvre. Tú querías que hablásemos de los intentos de resucitar los cafés praguenses.
Sí, fui yo, porque soy una nostálgica de los cafés de Praga de la preguerrra, aunque los conozca sólo de la literatura y del cine.
Se intenta resucitar los cafés praguenses
"Cada uno tiene su sueño", cantó R.A.Dvorský. Cuando él estaba en la cumbre de la popularidad, los cafés de Praga vivían su Edad de Oro.
En 1939 había en Praga unos 160 cafés grandes. La mayoría de ellos ya no funciona hoy en día. Los cafés capitalinos tenían la capacidad para acoger 20 mil clientes...
... y diarimente los frecuentaban 110 mil personas. En los cafés nacían ideas, proyectos y manifiestos literarios. Entre sus huéspedes cotidianos figuraban célebres artistas y ello atraía a otros clientes.La élite espiritual de Praga se daba cita en seis cafés intelectuales.
Además del legendario Slavia,Praga poseía otro café literario:el Union, célebre ya antes de la Primera Guerra Mundial. El Union era conocido también por su personal: el camarero Patera adquiría con las propinas periódicos y revistas extranjeras y vigilaba que los huéspedes los leyesen. De esta manera, sobre todo por las tardes se oía en el café el susurro:"!Ojo, se acerca el camarero, leamos!"
En los años 90 del siglo pasado, algunos grandes cafés de Praga fueron convertidos en sedes de bancos, pero, por otro lado, presenciamos intentos de continuar la tradición.
En la Avenida Nacional es posible visitar, desde 1992, el café Louvre que había sido cerrado en 1948 por los comunistas como símbolo del estilo de vida burgués.
En 1997 reabrió sus puertas el café Slavia, una leyenda de entre los cafés europeos, famosos por los artistas que se daban cita en sus recintos.
Resurgió de las cenizas el café Imperial que ofrece a los clientes una curiosa atracción: en sus recintos se puede entablar una batalla con bollos fritos rellenos de mermelada. Recientemente un grupo de estudiantes aprovechó la oferta del café encargando bandejas de bollitos. Los demás clientes o se retiraron del alcance de los proyectiles espolvoreados con azúcar y rellenos de mermelada, o trataron de esquivarlos.
Con los dulces proyectiles se defendieron en el café Imperial también los "secuestradores", entre comillas, de una novia.
Bueno, ello requiere una explicación... En la República Checa existe un curioso hábito: terminada la ceremonia nupcial, los amigos bromistas del novio le roban a la novia y la secuestran a algún bar, restaurante o café. Si no quiere salir desairado, el novio recorre los locales conocidos por él y por los raptores para recuperar a la novia.
En el café Imperial los raptores habían previamente adquirido bandejas con bollos fritos que llovieron sobre el novio.
Y nosotros cerramos precipitadamente la puerta del café Imperial para evitar el impacto con un grasiento bollo, aunque el dixieland que toca en vivo en sus recintos suene tan bien...