Otro escándalo italiano del ex primer ministro Mirek Topolánek
Italia no es un destino afortunado para el ex primer ministro checo Mirek Topolánek. La prensa nacional publica fotografías de Topolánek en una lujosa mansión de verano en compañía de los más influyentes hombres de negocios checos.
La prensa nacional publicó fotografías de las vacaciones de Topolánek en una lujosa residencia en Monte Argentario en compañía de Martin Roman, presidente del gigante eléctrico checo ČEZ y Martin Prochazka presidente de Spolchemie y Setuza, protagonistas ambos de varios escándalos financieros.
Las fotografías fueron facilitadas a los medios de comunicación por el antiguo jefe del Servicio de Inteligencia Karel Randák, quien mantiene una especie de guerra personal contra diferentes políticos que decidieron sobre su destitución del cargo tiempo atrás.
Mirek Topolánek responsabilizó de la publicación de las fotos a su rival político, el líder socialdemócrata, Jiří Paroubek, al que pidió poner fin a las prácticas de la antigua policía política comunista. “A título personal le exhorto a poner fin a este tipo de métodos que no tienen cabida en la contienda política 20 años después de la derrota del comunismo en nuestro país”.
El líder cívico-demócrata no presentó prueba alguna sobre sus acusaciones, pero dijo que todo apuntaba hacia dicha formación, ya que existen lazos entre la socialdemocracia y el antiguo jefe del Servicio de Inteligencia.Por su parte, Michal Hašek de la cúpula socialdemócrata rechazó toda vinculación con el escándalo de las fotos y aseguró que se trata de un asunto de los medios de comunicación.
“Ni la socialdemocracia, ni su presidente Jiří Paroubek, tienen informaciones sobre las vacaciones del señor Topolánek. Quiero dejar claro no tenemos nada en común con lo ocurrido”, subrayó Hašek.
El escándalo ha ganado intensidad debido a que Topolánek no ha demostrado de manera fehaciente quién cubrió los gastos por el supuesto alquiler de la mansión, que en Italia niegan que se trate de un inmueble que se alquile a veraneantes.
Otro asunto sin aclarar es la identidad del dueño de la mansión y se sigue sin saber quién pagó realmente los gastos por el uso de yates de lujo. El escándalo surge poco antes del inicio de la campaña para las elecciones generales de octubre, lo que según los expertos podría afectar la imagen política de los cívico-demócratas.