Otakar Vávra, padre de la ‘nueva ola’ del cine checo, cumple cien años
Otakar Vávra, uno de los pioneros de la cinematografía checa, cumple 100 años de edad este lunes. Ha vivido ocho golpes de estado y dos guerras mundiales, y a pesar de todos los cambios producidos en la sociedad checa durante ese tiempo, ha filmado unas 50 películas y escrito el guión para otras 80.
En el documental ‘Cien años se cumplen sólo una vez en la vida’, dedicado a la vida y obra de Otakar Vávra y que fue rodado recientemente por su esposa, Jitka Němcová, el cineasta confiesa su incredulidad respecto a cumplir un siglo de vida.
”Cumplo cien años, pero no me doy cuenta de ello, no lo percibo. No llego a creer en absoluto que tengo cien años de edad”.
Vávra rodó unas 50 películas, la mayoría dedicada a temas históricos, aunque el mayor reconocimiento de la crítica y el público le trajeron dos filmes realizados en los años 60, y basados en poemas de František Hrubín. El primero se titula ‘El romance para la corneta’ (Romance pro křídlovku) y el segundo ‘La reineta dorada’ (Zlatá reneta). Con estos largometrajes Vávra sentó las bases de la ‘nueva ola’ de la cinematografía checoslovaca en los años 60, que abrió el camino al mundo a otros excelentes cineastas nacionales como Věra Chytilová, Miloš Forman y Jiří Menzel.Este último fue alumno de Otakar Vávra en la Academia de Cine Checa. Al hablar de su profesor, Menzel hasta hoy no oculta su respeto y admiración por Vávra.
”Para mí Vávra ha sido siempre un gran ejemplo en lo profesional, así como en lo personal. Es una persona racional y sensata que no se deja engañar con afirmaciones estúpidas y reacciones llenas de emociones momentáneas. Es un profesional que quiere conocer las opiniones de los demás y está abierto a cualquier crítica constructiva”.
Algunos críticos le reprochan a Vávra que ha trabajado para todos los regímenes, incluido el nazi y el comunista. El cineasta ha respondido siempre que lo que le interesa es el cine y no la política. Además, Vávra nunca rodó un filme de apoyo directo al régimen en el poder. Muchas de sus películas, llevan un mensaje crítico oculto.
Tal es el caso, por ejemplo, de su filme ‘Martillo para las brujas’ (Kladivo na čarodějnice) rodado en 1969, que narra sobre los lamentables juicios que a finales del siglo XVII fueron promovidos por la inquisición en el norte de Moravia. Los sucesos históricos presentados en la cinta hacen recordar los procesos judiciales de los años 50, con los que el régimen comunista trató de justificar el exterminio de sus adversarios.