Ojalá que nos volvamos a encontrar, le dijo Pelé
Los checos continúan hablando de la breve y misteriosa visita de Pelé a la República Checa. Otakar Rak, chofer particular del rey del fútbol durante su estadía en Praga, reveló a la prensa checa algunos de los secretos de su visita a este país.
A los ocho años de edad lo vio por primera vez. Sin embargo, en ese entonces sólo podía admirar su talento a través de las pantallas de televisión. Otakar Rak nunca supuso que treinta años más tarde tendría la oportunidad de charlar con Pelé como si se tratara de un viejo amigo.
Una vez que el afortunado conductor lo recogió en el hotel, emprendieron camino hacia el Castillo de Praga. "Quería mostrarle la parte más linda de la ciudad", relata orgulloso Otakar Rak. La primera parada fue en la Plaza de Hradcany, donde apareció a su vista una panorámica de los típicos tejados del Barrio Pequeño y la Ciudad Vieja. "Se quedaron parados como en éxtasis y ante la bella imagen de Praga, la esposa de Pelé suspiró varias veces", agregó Rak.
Cuando éste le preguntó a Pelé qué le parecía la ciudad, él afirmó que es como estar en un sueño, y que considera que la capital checa es la ciudad más romántica del mundo.
Durante su recorrido por los Jardines del Castillo y la Catedral de San Vito nadie lo reconoció, hasta que llegó a la Plaza de Loreto unos turistas sorprendidos le estrecharon la mano. Más tarde la pareja decidió dar un paseo a solas por el Puente de Carlos y despidiéndose de un abrazo, Pelé le dijo a su conductor que les gustaría volverlo a encontrar".
El rey del fútbol eligió la ciudad de Praga para celebrar junto a su esposa su 60 cumpleaños y desde que arribó a este país su visita se envolvió en una verdadera atmósfera de misterio; ni su gran amigo el ex seleccionado checoslovaco Josef Masopust, sabía que vendría a Praga.