Nunca botar las botellas vacías de cerveza
En la República Checa, a diferencia de España, las botellas vacías de cerveza son retornables y pueden ser canjeadas por dinero en las tiendas y supermercados, aunque hay que aprender primero cómo funciona el sistema.
A ella le pareció interesante la idea, aunque no sospechó que podía convertirse en un dolor de cabeza. Paula comparte piso con otras dos amigas, también españolas. Las tres beben abundante cerveza checa, que les encanta, así que cuando decidieron llevar los envases retornables al supermercado, se dieron cuenta que ya tenían acumuladas 57 y devolverlas fue un lío.
“A mí de Praga me encanta que reciclen las botellas de cerveza, pero por otro lado me parece bastante inconveniente que tengas que llevar botellas de cerveza vacías al supermercado. Por ejemplo hoy yo tenía 57 botellas vacías y al tenerlas que llevar al supermercado, pues pesan bastante. Entonces a mí me gustaría mucho que viniesen a buscármelas a casa”, recalca Paula.
Cada botella vacía tiene un precio de tres coronas, cerca de diez céntimos de euro, y Paula, al tener 57, recolectó 171 coronas, poco más de seis euros, dinero que le alcanzó para comprar otras 17 cervezas, según afirma. El mal rollo es que luego, después de beberlas, tendrá que volver a llevarlas al supermercado. A pesar de todo, ella ya se acostumbró a este sistema.
“Te cobran tres coronas más por cada cerveza y cuando devuelves el botellín, te dan una especie de tícket y te lo descuentan de la compra que hagas. En España se recicla pero no cobran ninguna tasa y es completamente opcional”, agrega.
Ahora Paula es una experta en el reciclaje de botellas de cerveza vacías.