Trump se cobra una víctima más con sus aranceles: el vino checo
Una nueva y brutal amenaza arancelaria del 200% de Estados Unidos sobre el vino y otras bebidas alcohólicas europeas sacude al mercado checo y comunitario, donde productores y economistas advierten de un posible colapso en las exportaciones y consecuencias catastróficas.
La posible “guerra comercial” entre los Estados Unidos y la Unión Europea promete convertirse, si no lo es ya, en uno de los grandes asuntos que acapararán un buen número de titulares a ambos lados del océano en los próximos años. En clave checa, este tira y afloja entre Washington y Bruselas ya ha generado toda una ola de reacciones en el país desde diversos sectores y ahora se suma la de uno de amplia tradición en la propia Chequia y para el que las “amenazas” del presidente Trump podrían tener “consecuencias catastróficas”: el vitivinícola.
Y es que el mandatario americano advirtió en redes sociales que, si Europa no levanta los aranceles al whisky estadounidense, está dispuesto a imponer un nuevo y brutal arancel del 200% sobre todos los vinos y otras bebidas alcohólicas.
“La UE, una de las autoridades fiscales y arancelarias más hostiles y abusivas del mundo, creada con el único propósito de aprovecharse de Estados Unidos, acaba de imponer un arancel del 50% al whisky. Si este arancel no se elimina de inmediato, EE. UU. impondrá en breve un arancel del 200% a todos los vinos, champanes y productos alcohólicos procedentes de Francia y otros países con representación en la UE. Esto beneficiará enormemente al sector del vino y el champán en EE. UU.”, afirmó Trump en la red social Truth.
En este sentido, proliferan las voces que temen un duro impacto en la economía de las bodegas y destilerías checas y europeas de confirmarse esta medida, que supondría una suerte de reacción en cadena en diversos frentes. Por un lado, sufrirían las exportaciones nacionales, ya que la República Checa exporta vino a EE.UU. por un valor anual de aproximadamente 476.000 euros. Pero este no sería el único problema.
“Un problema mayor sería la redistribución del vino de toda la Unión, que ahora se dirige a Estados Unidos, a su mercado interno. Ya tenemos que competir en precio con vinos extranjeros. Tras cerrar el acceso al mercado estadounidense, estos vinos inundarían nuestro mercado, lo cual sería desastroso”, destacó el presidente de la Asociación de Viticultores, Martín Chlad.
Tanto a escala checa como europea, existen bodegas cuya actividad depende en gran parte de las exportaciones a Estados Unidos, siendo estas las más afectadas por una posible medida de este corte. De hecho, casi un tercio de las exportaciones de vino de la UE se destina a tierra americanas, donde la
la UE exportó vino por un valor de 4900 millones de euros en el último año, siendo Francia e Italia los mayores exportadores.
Más allá del vino, también el sector de las bebidas espirituosas prevé un escenario complejo, aunque quizás no tan desalentador como el primero.
"El arancel podría empeorar drásticamente la competitividad del alcohol europeo en el mercado estadounidense, pero también hacer que el alcohol estadounidense sea más caro en las tiendas del país", dijo Jakub Rochlitz, analista de inversiones de eToro para la República Checa.
Por su parte, la Unión de Productores e Importadores de Bebidas Espirituosas de Chequia calificó de “lamentable” el estallido de la guerra comercial con el alcohol, afirmando que se puede esperar una reducción del suministro de bebidas espirituosas originarias de Estados Unidos al mercado nacional.
Sin embargo, también hay quien pronostica que esto tendrían también sus efectos positivos para productores y consumidores, ya que estos últimos podrían optar por otras marcas o tipos de alcohol con la subida de precios y beneficiar así al mercado checo y europeo.
La controversia, sin embargo, continúa muy viva y va más allá de Praga. Por ejemplo, la Asociación Francesa de Exportadores de Vinos y Licores ya alertó de que un arancel del 200% triplicaría el precio por botella vendida, mientras que la organización europea de productores de bebidas espirituosas Spirits Europe ya ha pedido a Europa que elimine a las bebidas espirituosas del paquete de medidas de “represalia”.