Anna Novotná Pešková, sobre la dirección de orquesta: "A veces hace falta un toque femenino"

Anna Novotná Pešková

Anna Novotná Pešková es la actual directora de orquesta de la Ópera del Teatro Nacional de Praga y de la Ópera Estatal. Nacida en la ciudad de Opočno, en Bohemia Oriental, asegura que sus colegas jamás le brindaron un trato diferente por su género, pero, tal vez, sí por su edad. Apasionada por dirigir también a los niños, nos revela qué se siente darle la espalda al público para liderar a los músicos más prestigiosos y exigentes del mundo.

La emancipación de las mujeres en los territorios de la actual República Checa se fue manifestando en el siglo XX en los más diversos sectores. La música, afortunadamente, no ha sido ajena a este proceso, lo que permitió que comenzaran a aparecer las primeras directoras de orquesta en el país. El primer caso del que se tiene registro es el de Vítězslava Kaprálová, una mujer de pequeño porte pero extraordinario talento, que en 1938 llegó a dirigir la orquesta de la BBC, al inaugurar el festival de la Sociedad Internacional para la Música Contemporánea en Londres.

Con el paso del tiempo a Kaprálová le siguieron otras colegas checas, entre las que se cuenta Anna Novotná Pešková, quien conversó con RPI y reveló que su amor por este arte le nació desde muy pequeña.

“Al principio quería ser cantante de ópera y desde pequeña asistí a clases en una escuela de música. Pero más tarde me fui dando cuenta de que ese no era el rumbo por el que quería seguir. Deseaba encontrarme rodeada de música clásica, eso sí, pero de otra manera, por lo que comencé a buscar otras posibilidades para seguir en estrecho contacto con ella. Además, en el canto muchos colegas míos eran más talentosos que yo, por lo que decidí abandonarlo para enfocarme en el baile. Fue entonces que se me ocurrió, siendo pequeña todavía, dedicarme al estudio de dirección de música, siendo consciente de que para ello necesitaba tener mucho más conocimiento de la música en general y de que esa profesión requiere un amplio espectro de conocimientos”.llo necesitaba tener mucho más conocimiento de la música en general y de que esa profesión requiere un amplio espectro de conocimientos”.

Anna Novotná Pešková | Foto: Dalibor Glück,  ČTK

Aunque hasta el presente la dirección de orquesta sigue siendo un campo predominantemente dominado por hombres, Novotná Pešková asegura que nadie trató de disuadirla de su decisión de seguir por ese camino.

“Tuve la suerte de que nadie se opuso a mi decisión y no hubo reacciones negativas. De hecho, más bien hace poco me di cuenta de que en esta profesión hay más hombres que mujeres. Yo comencé mis estudios bajo la dirección de una mujer, Miriam Němcová que, además de ser una excelente directora de orquesta, es una mujer excelente. Y así pasé tranquila mis estudios y nadie me decía que eso no era una profesión para una mujer. Sólo otro de mis profesores, un señor ya de edad, me decía que esa profesión es muy exigente para una mujer y en broma añadía que si le regalaba una cajita de cigarrillos, trataría de convencerme de desistir a esa profesión”.

¿Por qué la mayoría de directores de orquesta son de sexo masculino? 

Dada su experiencia personal, Anna Novotná Pešková sostiene que no es capaz de explicar por qué hay más hombres que mujeres entre los directores de orquesta.

Anna Novotná Pešková | Foto: Teatro Nacional

“Realmente es una cuestión a la que no sé dar respuesta. Con frecuencia me la planteo e incluso estoy preparando una tesis sobre ese tema en la universidad, pero creo que sigue siendo simplemente una costumbre, una cierta posición de poder que suele vincularse con el sexo masculino. Pero cabe decir que yo no lo veo como algo muy malo, porque hay un avance en este sentido. Sí es posible que ese avance sea más lento de lo que debería, en mi opinión, pero al menos existe”.

Según confiesa, a la hora de dirigir, nunca tuvo la sensación de que alguno de los músicos o los cantantes de ópera no le tuvieran respeto. Pero sí existen, según su parecer, otros factores que pueden aumentar la presión sobre los candidatos y el nivel de exigencia que se les aplica.

“La edad es algo que limita, pero no en el mal sentido de la palabra. Eso es normal, en cada profesión un principiante debe hacer mayores esfuerzos y, en nuestro caso, debe dirigir unos cuantos kilómetros de partituras, como dice una colega mía, para demostrar que está bien preparado para esta profesión. Los mayores también se preparan, pero claro, a los directores de orquesta jóvenes nos lleva más tiempo. El cómo mover las manos es lo último, lo más importante es el estudio detallado de la partitura, lo mejor es saber tocar piano e interpretar el tema musical a dirigir. Hay que entender también a cada grupo de músicos y, en caso de una ópera, hay que saber trabajar con la voz de los cantantes. En realidad, es un paquete bastante complejo de conocimientos”.

Las mujeres directoras de orquesta le dan a la música un toque especial    

Si bien la directora asegura no haber recibido un trato distinto por su género, según su perspectiva sí existen diferencias cuando una obra musical es dirigida por un hombre o por una mujer.

“En mi opinión, esa diferencia sí existe, y creo que eso es muy bueno. A mí no me gustaría que todos dirigiéramos una obra musical de igual manera. Un toque femenino hace falta a veces y hay que aprovecharlo, para darle a la música más elegancia, por ejemplo. Se dice también, y quiero disculparme por ello ante mis colegas hombres, que las mujeres directoras son mucho más minuciosas. Y si le damos a la música algunos de esos atributos, creo que no será para mal. Pero tengo colegas, con carácter e interpretación más masculina y eso también está bien. Yo, personalmente, soy más femenina y trato de aprovecharlo en mi trabajo con la música”.

Mujer orquesta

Anna Novotná Pešková | Foto: Hana Řeháková,  Radio Prague International

Novotná Pešková debutó en 2017 en el Teatro F.X. Šalda en la ciudad de Liberec. Hoy en día colabora con varios teatros, entre ellos el Teatro Nacional de Praga, el Teatro de Bohemia del Sur, el Teatro Moravo de Olomouc y otros. Se dedica, además, a labores pedagógicas, y suele ser miembro de los jurados de diversos concursos musicales. A todo esto se le suman sus colaboraciones en la grabación de música para películas. Antes, también fue, durante un tiempo, directora del coro infantil de la Ópera de Praga.

“Recuerdo con cariño los tiempos cuando colaboré con el coro infantil de la Ópera de Praga de forma regular. Actualmente colaboro sólo de vez en cuando con ellos, cuando quieren que les dirija algún concierto. Fue un trabajo extraordinario que me gustó muchísimo, porque es como si los niños nos pusieran por delante un espejo para que nos viéramos cómo somos en realidad. Son muy abiertos y sinceros y uno se da cuenta enseguida de lo que funciona con ellos y lo que no. Siempre traté de tratarlos como a colegas, como si fueran adultos, y debo decir que esto funcionó muy bien”.

La atmósfera entre el público es algo muy importante para el éxito de la obra 

La joven directora también se refirió a la importancia de un buen ambiente en las salas de concierto y confesó que el estar de espaldas al público no le impide darse cuenta de si todo anda bien.

“Realmente lo siento todo y me doy cuenta de la fuerza que tiene el ambiente entre el público. También siento la atmósfera que hay entre los músicos y cuando me doy cuenta de que están cansados, trato de trabajar con ese hecho y ayudar a los músicos a que se sientan mejor. Pero lo cierto es que lo más interesante es lo que ocurre a mis espaldas, el ambiente entre el público y si éste se identifica conmigo y si al menos la mayoría de las personas están de buen humor, luego tengo una sensación extraordinaria, difícil de describir”.

Además de gratificante, la profesión también es muy exigente. Según relata, el hecho de viajar mucho puede resultar complicado para la vida familiar. El primer concierto, sin dudas, es uno de los pasos más difíciles en la carrera, pero, si sale bien, pasa a formar parte de los recuerdos más valiosos de todo el repertorio. Naturalmente, Pešková tiene grabado a fuego su debut.

Anna Novotná Pešková | Foto: Hana Řeháková,  Radio Prague International

“Fue en la ciudad de Liberec, la ópera Don Giovanni de Mozart. Fue la primera vez que dirigí una gran ópera en un teatro profesional. Tuve un enorme estrés y creo que hoy dirigiría el 90% de la obra de otra manera. Pero fue una enorme experiencia y hasta hoy recuerdo con alegría esa actuación. Tuve la suerte de que al inicio pude dirigir Don Giovanni y poco después Rusalka (La Ondina) de Dvořák, dos óperas que siempre había soñado con dirigir. En el futuro, me gustaría dirigir todavía Evgeny Onegin con la música de Tchaikovski. Tuve muchos otros trabajos a cargo, pero espero que algún día se me cumplirá ese sueño y podré dirigir esa obra. Y luego, otra vez algo ruso, me gustaría mucho dirigir la suite Cuadros de una exposición, del compositor Modest Músorgski".

Miriam Němcová | Foto: Tomáš Vodňanský,  Český rozhlas

Según Novotná Pešková, lo que le atrae en su profesión y le impulsa a seguir adelante es la reacción del público ya que, asegura, cuando una obra tiene éxito, al director de orquesta eso le da una nueva fuerza para continuar por ese camino. También la motiva, según dice, el trabajo de otros colegas reconocidos, a los que sigue en YouTube, por ejemplo. De los directores que más la han influido, destaca a Herbert von Karajan, su profesora Miriam Němcová y, naturalmente, la primera directora de orquesta checa, Vítězslava Kaprálová.

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