Anna Štádlerová: “¿Qué palabras hay en checo para llamar a los hombres que se prostituyen?”
Mientras continúa traduciendo las historietas españolas Mortadelo y Filemón, la hispanista Anna Štádlerová acaba de llevar al checo una exitosa novela de la escritora argentina Camila Sosa Villada sobre el universo de la prostitución trans, un libro tan poético como crudo que puede atraer a los lectores checos gracias a su humor.
Graduada en la Facultad de Filosofía de la Universidad Carolina de Praga, reconoce Anna Štádlerová que, desde muy joven, tuvo en claro su deseo de dedicarse a la traducción literaria, aunque el idioma que originalmente había elegido era, en realidad, el inglés y por consejo de sus amigos decidió darle una posibilidad al español.
“Yo tenía clases de español en el instituto pero no lo daban muy bien, tenía muchas inseguridades. Aun así conseguí entrar a la universidad, pero siempre consideraba al español mi lengua más débil y me parecía que todos mis compañeros y compañeras hablaban mucho mejor que yo, y además era gente que había ido a institutos especializados en el español”.
La confianza en el idioma comenzó a aparecer al irse de Erasmus por un año a España, donde tuvo la suerte de hacerse rápidamente amiga de sus compañeros de piso con los que sigue en contacto hasta el dìa de hoy. Y aunque también hizo varios trabajos como intérprete, de a poco empezó a profundizar más en la traduccion. Hasta el momento ha traducido, por ejemplo, Un verdor terrible del escritor y periodista chileno Benjamín Labatut y está llevando al checo la famosa serie de historietas españolas Mortadelo y Filemón.
"Ese cómic me lo enseñaron mis amigos españoles hace ocho años y me recomendaron leerlo porque era algo legendario y ellos habían crecido con él. A mí me pareció grotesco: es sobre dos agentes que entran en todo tipo de catástrofes y no tienen mucha suerte, pero al final siempre consiguen atrapar al malo y, después de tantos años, recibí la oferta para traducirlo y cuando se los conté a mis amigos se emocionaron mucho.”
La primera entrega se publicó en septiembre, el segundo tomo en noviembre, el tercero está por ir a la imprenta y, en este mismo momento, está traduciendo el cuarto cuaderno de la serie. Recuerda Anna que, en realidad, en la década del noventa se había publicado ya una especie de antología del cómic que, sin embargo, resulta muy difícil de conseguir. En todo caso, asegura que era necesario actualizar la traducción porque se trata de una historieta bastante importante y con cierto valor afectivo para los checos, en especial para la generación de sus padres. El motivo es que, en los años ochenta, cuando alguien conseguía salir al extranjero por razones quizás laborales siempre volvía con ese cómic en traducción francesa o alemana.
“Y los jóvenes de aquí muchas veces lo leían sin entender nada. pero les gustaban los dibujos porque la parte visual era muy diferente de lo que se publicaba aquí. Entonces, por ejemplo, mi suegra que solo habla checo cuando yo le mostré esto me dijo ‘ah, pero yo conozco estos cómics, me los enseñaron en los años ochenta’”.
Un gran éxito contra todas las advertencias
Hace apenas unas semanas se publicó otro libro traducido por Anna Štádlerová que, además de haber sido un éxito de ventas y contar con varias traducciones, obtuvo el prestigioso premio Sor Juana Inés de la Cruz: Las malas (en checo Potvory) de la escritora y actriz argentina Camila Sosa Villada. Recuerda Anna que el primer contacto que tuvo con el libro la cautivó de inmediato porque ahí la autora contaba que su familia no aceptaba para nada su condición de trans. Y agregaba que durante sus estudios en la provincia argentina de Córdoba se ganaba la vida prostituyéndose y sus padres le advertían que, de seguir así, iba a terminar en una zanja.
“Camila Sosa Villada cuenta que la única razón por la que no terminó muerta en una zanja fue por las otras prostitutas”
Anna Štádlerová
"Y ella dice en ese texto que la única razón por la que no terminó así, muerta en una zanja, fue precisamente por las otras prostitutas que ella encontró en su vida y que la acogieron, que la ayudaron y es un grupo de personas que ella recuerda con mucho amor y, básicamente, este libro está escrito un poco en honor a estas personas”.
Explica Anna que un punto atractivo de la novela es que su autora la fue escribiendo en tiempo real ya que en esa etapa de su vida mantenía un blog anónimo que, al terminar sus estudios universitarios, decidió borrar por completo por miedo a que la gente se enterara de que se trataba de ella. Sin embargo, uno de los lectores guardó el blog y, luego de algunos años, se lo mostró. A Camila Sosa Villada no solo le gustaron esos textos que ella misma había escrito, sino que además le dio la impresión de que daban una perspectiva acertada sobre aquella época de su vida. Anna Štádlerová asegura que, aunque el proceso de traducción fue muy largo, lo disfrutó mucho.
“Es muy interesante desde el punto de vista de la traducción porque hay muchísimos elementos en este libro con los que puedes jugar en ese sentido. Camila Sosa Villada es muy creativa y hay imágenes muy bonitas y fantásticas, y el tono del libro cambia un poco porque, a veces, es muy poético e hiperbólico y, a veces, superpragmático, supercrudo porque, al fin y al cabo, son prostitutas. Ella no finge nada, pero a la vez hace una celebración muy poética de las prostitutas”.
Afirma su traductora que la novela de Villada es muy rica desde el punto de vista estilístico y, en lo que respecta al léxico, hay mucha jerga característica del ámbito de la prostitución y la droga. En algunos casos, revela que tuvo que inventar algunas palabras para dar con el tono justo, consultar a sus amigos hispanos o incluso meterse en foros muy específicos de internet. En ese sentido, asegura que realizar esta traducción la llevó a reflexionar en un aspecto del lenguaje que suele ser muy interesante: el área de los insultos y las malas palabras.
“El libro es, a veces, muy poético e hiperbólico y, a veces, superpragmático, supercrudo”
Anna Štádlerová
“La palabra ‘puto’ es algo que se les dice a estas prostitutas trans con ánimo de ofenderlas porque, por un lado, querían usar la palabra ‘puta’ pero decían ‘puto’ en masculino para referirse al hecho de que eran hombres biológicos, y en checo ¿qué palabras hay para llamar a los hombres que se prostituyen? Hay muchas palabras para las mujeres que son prostitutas o que no se comportan de manera ‘adecuada’, pero para los hombres no hay tantas, entonces yo tenía que indagar en un ámbito un poco diferente”.
Asegura Anna que, gracias al trabajo de investigación que realizó, pudo ir utilizando distintos términos según los contextos de cada pasaje, y tiene la sensación de que absolutamente todos los insultos contra homosexuales que existen en checo aparecen, al menos una vez, en su traducción.
La red del humor
Más allá de la existencia del podcast V TRANZU y del trabajo de la ONG Transparent, podría decirse que la sociedad checa es, al menos en comparación con la argentina o la española, bastante más conservadora en lo que respecta a estos temas. Sin embargo, la versión checa de La malas viene teniendo una presencia muy fuerte en las librerías de Praga y su traductora considera que hay un punto interesante en el que el libro puede conectar con la sociedad de este país.
“Camila Sosa Villada usa mucho humor dirigido a sí misma y a su propio grupo o a su propia comunidad, no es muy políticamente correcta, tiene mucho trabajo de autoreflexión y esto es algo que creo les podría gustar a los lectores checos porque hay mucho sarcasmo, hay mucha ironía en este libro”.
Aunque el tema de la vida trans está muy presente en Las malas y, por supuesto, no se puede soslayar, asegura Anna que el libro se concentra en la marginalidad en general y en la trayectoria de un grupo de personas que han crecido en un contexto social y afectivo muy adverso. En todo caso, considera que su condición de trans es para las protagonistas de este libro una bendición porque eso las integra a una comunidad que les permite luchar juntas contra todas las dificultades de la vida.
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