El debate en torno al euro sigue muy vivo en Chequia
La adopción de la moneda única como clave para el desarrollo económico y la comparabilidad salarial con Europa occidental se enfrenta a varios expertos que advierten que el euro no es una solución mágica.
Uno de los grandes debates económicos que se vive en Chequia desde hace ya décadas es el de la adopción del euro. Si bien el actual gobierno ya aclaró que no promoverá ninguna otra medida en esta dirección durante su mandato, el presidente checo Petr Pavel se ha mostrado partidario de la moneda única europea en más de una ocasión.
Sin ir más lejos, lo hizo en su tradicional discurso de Año Nuevo cuando defendió la propia adopción del euro como medida para asegurar la prosperidad de Chequia, favoreciendo el desarrollo económico y permitiendo una mayor comparabilidad con los salarios de otros países de Europa occidental. Esto ha generado un intenso debate entre analistas y expertos, principalmente entre aquellos que alertan de que la simple adopción del euro no es una medida “milagrosa” de por sí.
"No hay necesidad de mirar muy lejos, el ejemplo de Eslovaquia es suficiente. Cuando adoptó el euro, su producto interno bruto per cápita era el noveno más bajo de la Unión Europea. El año pasado Eslovaquia ya era la cuarta economía más débil de la Unión, incluso detrás de Polonia y Rumanía", señaló Petr Dufek, economista del banco Creditas, quien insistió en que el euro es “solo una moneda” que no solucionará el costo de la energía ni proporcionará una reforma educativa o menos burocracia.
En este sentido se pronunció también Petr Bartoň, de la plataforma Datarun, el cual destacó que la introducción del euro podría tener un impacto inicial en la percepción de los salarios, pero a largo plazo, otros factores como la productividad laboral y la competitividad empresarial son los verdaderos impulsores del crecimiento económico.
“Eslovaquia, a pesar del euro, se aleja aún más rápidamente de los salarios alemanes, mientras que también se aleja de los propios salarios checos", añadió Bartoň siguiendo el ejemplo del país vecino.
Muchos analistas señalan otros casos como el de la también vecina Polonia, que ha logrado un crecimiento económico récord sin adoptar el euro.
"Polonia, que tiene su propia moneda y no el euro, ha sido soberanamente la economía de más rápido crecimiento en Europa central y oriental desde su ingreso a la Unión Europea. En cuanto a la inflación, entre enero de 2020 y noviembre de 2024 los precios en la República Checa aumentaron en total un 38%, pero en Estonia, por ejemplo, donde los pagos se realizan en euros, un 42%”, declaró Miroslav Novák, analista de Akcenta, uniéndose así a un buen número de voces que coinciden en afirmar que la simple adopción del euro no es sinónimo de prosperidad para Chequia, al igual que los célebres salarios alemanes a los que el país aspira a aproximarse no se explican solo por la moneda única.