Hace 130 años nació Anežka Hodinová-Spurná, la mujer que cambió el rostro de la política checa
De rebelde a constructora del Estado, Anežka Hodinová-Spurná nació hace 130 años y se convirtió en una audaz luchadora por los derechos de las mujeres y pionera de la política checoslovaca.
La destacada política checa Anežka Hodinová-Spurná fue una de las fundadoras del Partido Comunista de Checoslovaquia. Durante su carrera, la eligieron varias veces como miembro de la Asamblea Nacional de su país y trabajó como vicepresidenta del parlamento. Además de su labor política, participó también en el movimiento por la paz y fue miembro del Consejo del Estado checoslovaco en el exilio durante la Segunda Guerra Mundial.
Un constructora del Estado, una persona peculiar, una comunista entusiasta, una defensora inquebrantable de los derechos de los débiles, una alborotadora de las calles, una mujer que rompió los mandatos sociales con su matrimonio tardío, divorcio y segundo matrimonio con un hombre once años menor que ella; una feminista de izquierda. Así describe a Anežka Hodinová–Spurna la historiadora Denisa Nečasová. Y, en efecto, la vida de una de las más destacadas políticas checas estuvo repleta de paradojas y muchas decisiones valientes.
Una funcionaria despiadada
Nació el 12 de enero de 1895 en el pueblo de Doubravice, cerca de Litovle, en el marco de una familia muy pobre. Su padre era un trabajador tonelero, lo cual determinó su orientación hacia la izquierda. Ella comenzó a involucrarse en la política ya en el año 1918, cuando se convirtió en miembro del Partido Obrero Socialdemócrata Checoslovaco. En 1921, cuando el Partido Comunista se separó del Partido Socialdemócrata, Anežka Hodinová-Spurná fue una de las cofundadoras más activas del flamante partido. En las elecciones parlamentarias de 1929 se convirtió en miembro de la Asamblea Nacional. En 1938, su partido le encargó que emigrara a Gran Bretaña. Su carrera política continuó allí: se convirtió en presidenta del Club de Mujeres Checoslovacas y, poco después, incluso en miembro del Consejo del Estado checoslovaco en el exilio. Permaneció en Londres hasta el final de la guerra y luego se lanzó otra vez a la vida política con resolución. Ya en 1945 se convirtió en miembro del Comité Central del Partido Comunista, fue miembro de la Asamblea Nacional Provisional y, después de las elecciones de 1946, se convirtió en miembro de la Asamblea Nacional Constituyente. También ratificó su mandato en el año 1948, llegando incluso a ser vicepresidenta de este organismo. Como miembro ordinario de la Asamblea Nacional de la República Checoslovaca, continuó en su cargo después de 1960, prácticamente hasta su muerte. Falleció el 1 de abril de 1963. Además de estas funciones, también fue una figura destacada del movimiento feminista: entre los años 1952 y 1963 encabezó el Comité de Mujeres Checoslovacas.
Sus múltiples funciones y frecuentes apariciones públicas le valieron la reputación de funcionaria feroz y despiadada. Su inconfundible discurso con voz penetrante y dicción clara está registrado, afortunadamente, en varias grabaciones de la Radio Checoslovaca. Por ejemplo, en un discurso a sus compatriotas exiliados en Londres.
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