La Damiana, un dúo de bailarinas checas con claras influencias hispanas
Inspiradas en una planta latinoamericana con efectos afrodisíacos, las jóvenes checas Talia y Fabienne crearon hace menos de dos años La Damiana, un dúo de danza tan sugerente como original que propone una notable fusión de ritmos orientales y latinos con un toque de cabaret.
Aunque podría parecer un dúo de baile español o latinoamericano, La Damiana lo forman dos jóvenes checas nacidas, respectivamente, en Broumov y Olomouc: Talia y Fabienne. Y si bien la idea original era trabajar un poco a distancia porque, hasta hace poco, una vivía en Praga y la otra en Olomouc, el dúo se acopla al latido mismo de la vida y lo impredecible. Por cuestiones personales, Talia decidió mudarse de repente a Praga, con lo cual empezaron a poder reunirse unas dos veces por semana y a programar cada vez más presentaciones. Al mismo tiempo, terminaron de dar forma al proyecto gracias a un nombre que les daba mucho sentido y, tal como recuerda Talia, les vino como anillo al dedo.
“Se le ocurrió a Fabienne: la damiana es, en realidad, una planta que incluso tiene efectos afrodisíacos, lo cual tomamos como una especie de paralelismo con nuestro baile, que también puede actuar como afrodisíaco y tener efectos beneficiosos no sólo para nosotras, sino también para quienes nos vean bailar. Así que por eso el dúo se llama así”.
Otra cuestión interesante es que Talia y Fabienne formaban parte, en realidad, de un grupo más amplio de bailarinas que aún siguen en plena actividad, pero debido a que empezaron a notar más afinidad profesional entre ellas decidieron embarcarse en un nuevo proyecto que, tal como explica Fabienne, les permite contar con un elemento indispensable en el contexto del arte en general y la danza en particular: la libertad.
“Empezamos a armar, por lo tanto, un nuevo programa que mezcla danzas orientales con ciertas influencias españolas y gitanas, las dos comenzamos como bailarinas orientales, así que, si bien nos gusta seguir estudiando otras danzas, esa es nuestra base. Por otro lado, como hoy en día es conveniente ampliar al máximo la oferta y no cerrarse a nada, tenemos también un programa de cabaret”.
De Coco al masoquismo del flamenco
Otra influencia muy clara del dúo La Damiana es la danza mexicana. Sin embargo, aclaran que lejos de abordar un tipo de folklore específico, les interesa desarrollar también una combinación entre la danza, por ejemplo, de la región de Veracruz con la de Jalisco, sin olvidarse tampoco de la enorme popularidad que en los últimos años ha cosechado en Chequia, y en tantos países del mundo, la famosa película Coco. Aunque las dos son muy curiosas e inquietas, Fabienne es quizás de las dos la que más disfruta a la hora de aprender ritmos nuevos. De hecho, cuenta que ahora está explorando con mucho entusiasmo el mundo del flamenco. Y como le gusta compartir todo lo que va aprendiendo, ya ha intentado en varias ocasiones transmitir ese interés a Talia que, al menos por ahora, sin embargo, no ve muy posible la incorporación de esa danza original de Andalucía a los shows de La Damiana.
“Siento que el flamenco es un masoquismo. Y quizás el espectador siente que es fácil porque ve los volantes del traje de gitana y no le parece que sea tan exigente a nivel físico, sin embargo lo más complicado es la enorme coordinación con las manos que requiere y, cada vez que Fabienne intenta enseñarme algo de ese baile, yo realmente empiezo a sufrir ya a los dos minutos”.
Roles y géneros en la danza checa
Aunque hay varias personas que aseguran que la sociedad checa es, en comparación con la española bastante machista, las integrantes del dúo La Damiana rescatan que, al menos en el ámbito del baile, los roles no están tan marcados y aseguran que hay muchos hombres checos a los que les encanta bailar y no tienen miedo de ser juzgados por eso como sí puede llegar a suceder en otros países. Al mismo tiempo, considera Fabienne que el interés de los checos por los distintos tipos de danza es bastante intermitente.
“Nos gusta representar la idea de que todas las mujeres pueden ser igual de guapas, igual de seguras de sí mismas”.
Fabienne
“Creo que en la República Checa se siguen muchas modas. Supongo que hay cierto interés por el baile latinoamericano y el swing, quizás la rumba. No estoy del todo segura para afirmarlo porque yo me concentro sobre todo en la danza oriental y es lo que intento promover todo el tiempo, pero lo que percibo es que siempre hay algo que se pone de moda, como demuestran, por ejemplo, el hecho de que tanto la kizomba como la bachata y la salsa aún sigan funcionando en Chequia”.
Otro ritmo que también ha tenido bastante éxito en Praga en los últimos años es el baile de cabaret que, en efecto, aparece en algunos de los programas con los que las integrantes del dúo La Damiana se han presentado ya en varios festivales de distintas ciudades checas. Ellas coinciden en que lo que más las atrae de esa danza que trabaja mucho con la fantasía es la elocuencia, la expresividad y, por lo tanto, la posibilidad de conectarse en forma muy directa no solo con los espectadores sino también con las espectadoras.
“Sin saber ni una palabra de español, siempre cantaba en casa ‘Me muero de amor’ y ‘Cambio dolor’ de Natalia Oreiro”.
Talia
“La coreografía pone también mucho énfasis en la mujer como espectadora. Quiero decir, nosotras somos dos chicas totalmente comunes a las que les encanta bailar y nos gusta representar, por lo tanto, la idea de que todas las mujeres pueden ser igual de guapas, igual de seguras de sí mismas”.
En todo caso, revela Talia que lo que sí le resulta un poco difícil de esa danza tan sensual es el hecho de tener que bailarla frente a sus familiares y conocidos. De hecho, recuerda entre carcajadas que en una de las primeras presentaciones, por ejemplo, se dio cuenta de que, en medio del baile, su padre miraba visiblemente incómodo para otro lado.
El idioma de la danza
Aunque en muy poco tiempo, La Damiana ha sabido convertirse en uno de los más prometedores dúos de baile de la actualidad, no les resulta fácil vivir de su arte y, por lo tanto, deben complementar su vocación con distintos trabajos que van desde la enseñanza de checo para extranjeros hasta la organización de eventos. Lo interesante es que, además de encantarles las danzas latinas, también las atrae el idioma. Talia, por ejemplo, decidió empezar a estudiar español inspirada, como tantas otras checas, en una figura estelar del ámbito rioplatense.
“Cuando era niña, había una telenovela en la tele que se llamaba Muñeca brava y a mí me encantaba la actriz y cantante Natalia Oreiro. Así que sin saber ni una palabra de español, siempre cantaba en casa ‘Me muero de amor’ y ‘Cambio dolor’. Hoy mi gran sueño es aprender español para poder entender finalmente lo que cantaba y, en realidad, sigo cantando también ahora”.
En cierta forma, el apasionado y talentoso dúo La Damiana también parece alimentarse un poco de esa impronta bien latina de Natalia Oreiro, una artista muy versátil que, a lo largo de su carrera, ha sabido encarnar a personalidades tan fuertes y distintas como Eva Perón y la cantante popular Gilda.