Tres películas checas se presentan en el Festival de Cine de Venecia
El Festival Internacional de Cine de Venecia contará este verano con la participación de tres películas checas. Una de ellas de realidad mixta tiene lugar en una sala de estar ucraniana.
Tres películas checas están incluidas en el programa de este año del Festival Internacional de Cine de Venecia, que tendrá lugar del 28 de agosto al 7 de septiembre. La primera, After Party, es el primer largometraje del director y guionista Vojtěch Strakatý. La cinta sigue la historia de la chica Jindřiška, cuya vida despreocupada cambia radicalmente después de que desahucien a su familia de su casa. La película formará parte de la sección de Orizzonti Extra, donde figuran producciones de distintos géneros cuyo propósito es innovar y demostrar su originalidad creativa.
Otra de las cintas checas es el documental Wishing on a Star, del director eslovaco Peter Kerekes. Esta coproducción entre Chequia, Italia, Croacia, Austria y Eslovaquia se centra en la historia de una peculiar astróloga que sabe cómo cumplir los deseos de sus clientes. Esta producción participa en la competencia de Orizzonti, una categoría de películas que muestran las últimas tendencias estéticas y expresivas en el cine.
Sin embargo, el proyecto más inusual de los tres checos es Fragile Home, de Ondřej Moravec y Victoria Lopukhina. La película de realidad mixta sobre Ucrania no tiene personajes ni trama. En entrevista para Radio Praga Internacional, Moravec explicó el signficado del término realidad mixta para los que no están familiarizados.
“El principio de la realidad mixta se basa en la combinación de elementos digitales y el mundo real que te rodea. En la realidad virtual, te pones un casco y estás completamente sumergido en un mundo 3D. No obstante, no puedes ver nada del mundo físico alrededor de ti. Pero en una instalación de realidad mixta, te pones auriculares que tienen una cámara encima que proyecta todo lo que está en tu entorno físico. Esta información, por otra parte, se combina luego con otros elementos 3D”.
Aparte de usar la técnica de realidad mixta, la manera de la que la película se presentará también saldrá de lo común. En lugar de verla en una sala con otros asistentes, los espectadores lo harán uno por uno para mirarla. Moravec explicó más al respecto.
“El espacio se parece más a una galería. Tenemos una instalación física de una sala de estar. Cada asistente entra solo y se pone el headset. Estará abierta durante 12 horas al día y la gente puede venir cuando quiera para experimentarla”.
La película se desarrolla en una sala de estar en Ucrania, pero en toda la cinta no hay interacción entre personajes humanos. La sala es el personaje principal. Los espectadores pueden ver imágenes de personas en las paredes. Moravec agregó que las interacciones en este proyecto son suaves. Esto significa que los espectadores verán relativamente lo mismo, a diferencia de los juegos interactivos donde la trama se diversifica. Sin embargo, la experiencia de cada asistente variará dependiendo de los detalles en los que elija enfocarse.
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“Por ejemplo, puedes dar la vuelta por el apartamento y notar que hay una tarjeta postal o una nota de alguien en la familia. O puede que te pierdas esto, pero que encuentres algún otro detalle. Es lo mismo con el cine tradicional. El 2D te muestra historias, símbolos y relatos. Algunos los logras absorber, mientras que otros no”.
Todos los objetos en el proyecto están conectados con personas reales, pero se combinan las historias de varias para crear la historia de una familia ucraniana ficticia. En lugar de seguir el típico arco narrativo, la película utiliza un ambiente cambiante para relatar la historia, dijo Moravec. Al principio, la idea fue organizar el proyecto como una película narrativa, pero después el equipo decidió convertirlo en algo más abstracto y contar la historia sólo con las transiciones en el ambiente. El proyecto abarca el período desde el Euromaidan de 2013 hasta el comienzo de la invasión rusa a gran escala de 2022.
Moravec explica que la meta de esta obra es conectar a la gente que vive en paz y seguridad con los ucranianos que viven en guerra. Además, escogió esta temática por el sentimiento universal del apego al hogar.
“Cuando atraviesas estos cambios en el ambiente, por una parte, te conectas con los ucranianos y te pones a pensar en lo que les sucede a ellos en sus salas de estar. Por otra, también piensas en tu propia casa, ya que puede que seas tú o tu apartamento. Lo que les ha pasado a ellos, te puede pasar a ti”.
Fragile Home compite en la categoría Venice Immersive, dedicada completamente a los medios inmersivos y la realidad aumentada.