La República Hobbit
Cerca de la ciudad de Dobruška existe una pintoresca aldea inspirada en la Comarca ideada por J.R.R. Tolkien. Su creador es Svatoslav Hofman, un camarógrafo tan fanático del escritor británico que realizó además una película vinculada al universo de El señor de los anillos y El Hobbit.
Una sociedad como la checa, atenta a las distintas expresiones culturales del mundo, no podía mostrarse indiferente al fenómeno universal que representan las obras de J.R.R. Tolkien. Pero además de impactar en charlas, cines y rankings de ventas, cerca de la ciudad de Dobruška existe una pequeña aldea inspirada en la Comarca ideada por el autor británico. Su creador se llama Svatoslav Hofman y con mucha paciencia y trabajo fue armando esta joya oculta en plena naturaleza.
“Empecé con esto justo cuando se preparaba la película El Hobbit, un viaje inesperado. Mientras veía los diarios del rodaje, pensé que me gustaría hacer aquí una versión de la Comarca creada por Tolkien porque yo crecí en este lugar y creo que se parece un poco por las laderas y las colinas, así que en el año 2012 hice la primera madriguera”.
Explica Svatoslav Hofman que fue construyendo el Hobbiton checo a lo largo de unos cinco años. Trabajaba todos los fines de semana porque, por ese entonces, estudiaba en Praga y aprovechaba sus días libres para ir construyendo, de a poco, su propia Comarca. Por el momento, dice que no piensa ampliar la zona, aunque sí realiza un permanente trabajo de mantenimiento y asegura que siempre suma algunos detalles, tal como puede verse en el interior de la casa más grande, la del Barril, la única que cuenta con una habitación en la que es posible pasar la noche.
“Si alguien desea venir, hay un calendario de reservas en internet”.
“Luego hay una casa bastante más pequeña que es el Dragón Verde, la posada de El Señor de los Anillos. Por último, tres viviendas aún más pequeñas, como es el caso del típico agujero del Hobbit y eso está inspirado en Bolsón Cerrado, pero es sólo una inspiración que se advierte, por ejemplo, en sus puertas y ventanas redondas, pero no se trata de una mera copia”.
Lo cierto es que, durante la época del Covid, quienes buscaban a toda costa atracciones locales porque no contaban con la posibilidad de viajar, empezaron a desbordar la aldea con sus visitas y, sobre todo, con los autos que se iban amontonando junto a la puerta de la casa donde aún hoy vive la familia de Hofman. En consecuencia, él tuvo que tomar la decisión de cerrar el lugar los fines de semana y aceptar solo visitas previamente acordadas por internet. Cuenta que, por lo general, el público suele quedarse entre una y tres horas, aunque nunca faltan los que se toman buena parte del día para recorrer y fotografiar cada rincón del lugar ni quienes deciden, incluso, pasar la noche.
“Si alguien desea venir, hay un calendario de reservas en internet y, de vez en cuando, alguien se queda a dormir. Quizá en el futuro todo esté mejor amueblado, pero sin electricidad, calefacción ni agua corriente resulta un poco incómodo quedarse y no es un sitio muy funcional para pasar la noche. Sin embargo, si alguien nos escribe y no le importan las condiciones, sí puede hacerlo”.
Aunque no puede confirmarlo a ciencia cierta, dice Hofman que el suyo es quizás el primer Hobbiton del hemisferio norte. Sin embargo existen, por supuesto, muchos otros: además del famoso set de filmación de Nueva Zelanda, también hay algunas recreaciones en distintos países como Eslovaquia, Ucrania e Inglaterra. Lo que aclara enseguida es que muchos de esos sitios solo cuentan con algunas casitas aisladas, mientras que su aldea ostenta cinco viviendas, de las cuales se puede ingresar en realidad solo a dos. El Hobbiton checo está abierto desde mediados de mayo hasta mitad de noviembre y, aunque gran parte de los visitantes son locales, asegura que también llegan interesados desde Francia, Inglaterra y, sobre todo, Polonia. En cuanto a las reacciones del público dice que suelen ser positivas, pero reconoce que también hubo algunas quejas.
“Hay reacciones distintas. Y sí, la mayor parte son positivas, pero a veces la gente se sorprende de que no se trate de un lugar más grande y sea muy pequeño, porque muchas veces llegan con la sensación de que, por las fotos, el lugar parece más grande de lo que es en la vida real, pero yo diría que un 20% de las reacciones son negativas y un 80% positivas”.
Si bien existe una parada de bus muy cerca, en la que también se anuncia el Hobbiton, asegura Hofman que casi todo el público llega en auto y, especialmente, en época de vacaciones. La entrada es voluntaria, pero se recomienda un pago simbólico de dos euros por persona y antes de ingresar al mundo checo de Tolkien es necesario leer con atención una serie de reglas de conducta que el público debe comprometerse a cumplir. Lo cierto es que sin tener ninguna experiencia ni contar ni siquiera con planos, él mismo llevó a cabo la construcción de la mayoría de las casitas y quedó muy sorprendido con el resultado.
“He construido gran parte de estas casas a partir de chatarra o cosas viejas”.
“He construido gran parte de estas casas a partir de chatarra o cosas viejas, la única excepción es la casa del barril que había comenzado a construir mi abuelo y, luego, yo solo la fui mejorando; pero toda la parte de abajo de la Comarca la fui construyendo yo mismo. También es cierto que mi familia me ayudó cargando, por ejemplo, cosas. Yo hice lo principal, pero mi familia me ayudó mucho”.
En la biblioteca personal de Hofman no falta ni uno solo de los libros publicados por Tolkien, aunque, a diferencia de los coleccionistas, no tiene traducciones sino solo ediciones en checo. Por otro lado, calcula que vio las películas unas cincuenta veces como mínimo. En la actualidad, hace cámara y trabajos de edición para documentales y también para la televisión checa. Lo cierto es que su fanatismo por Tolkien es tan grande que incluso decidió realizar en forma independiente una película inspirada también en ese mundo. Se llama Las sombras de la Comarca, se filmó en esa misma locación y puede verse gratis en Youtube.
“En realidad, la película toma el periodo en el que los Nazgûl iban en busca del anillo, así que remite a la historia, pero más bien a lo que podría haber pasado pero en realidad no sucedió. Está ambientada en la Comarca, y también aparecen los montaraces, pero no quiero desvelar la trama y los oyentes pueden ver en forma gratuita esta película inspirada en las obras de Tolkien, pero que es una historia alternativa”.
Más allá de que el de Tolkien es un fenómeno mundial, afirma Hofman que la gran mayoría de sus lectores son de habla inglesa, aunque asegura que también encontró muchísimos fanáticos hispanos. Por eso mismo decidió agregar a su película, cuyo audio está en checo con subtítulos en inglés y en español, por lo que invita a cada uno de nuestros oyentes a meterse un poco en su propia versión del mundo de Tolkien.