El Gobierno suspende el aislamiento para los pacientes con COVID-19
El Gobierno checo decidió suspender el aislamiento obligatorio de siete días para los pacientes con COVID-19.
El aislamiento obligatorio de siete días para los pacientes que den positivo por COVID-19 será suspendido desde mediados de abril. Así lo acordó el Gobierno checo en su sesión de este miércoles, por recomendación del ministro de Salud, Vlastimil Válek. Este añadió que será el médico de cabecera el que decida en un futuro sobre un eventual aislamiento de los pacientes con coronavirus.
“Estos médicos pueden ordenar el aislamiento individual a personas que trabajan en un lugar donde podrían infectar a otros individuos cuya inmunidad está debilitada o a personas con enfermedades crónicas. Los médicos pueden también recomendar otras medidas de cuarentena, como sucede con otras enfermedades infecciosas”.
Para poder proceder a este cambio, el Gabinete excluyó el COVID-19 de la lista de dolencias cuya propagación a sabiendas es calificada de delito penal. El ministro Válek supone que estos cambios podrían ser incluidos en la Gaceta Oficial en el curso de la próxima semana para entrar en vigor un día después. En la mencionada lista figuran por ejemplo, el cólera, el SIDA, la tuberculosis, la peste y el SARS.
El ministro de Salud checo acotó que actualmente se tiene experiencia ya con los medicamentos que ayudan a los pacientes con coronavirus y que igualmente importante es la vacunación contra esta enfermedad. Válek recordó asimismo en entrevista para la Televisión Checa que en lo que respecta a la suspensión del aislamiento de los pacientes con coronavirus, de manera semejante procede actualmente la mayoría de países europeos.
“Durante las semanas pasadas un paso semejante fue adoptado por autoridades especializadas también de otros países europeos. O sea, que se reconoce que el COVID-19 es una enfermedad grave, pero que a la vez hoy ya sabemos diagnosticarla bien, sabemos que la vacunación funciona contra ella y disponemos de medicamentos eficaces. Esta misma actitud la está adoptando la mayoría de los países de Europa y se está convirtiendo en el estándar”.
En entrevista para la Televisión Checa, Válek subrayó que, sin embargo, el COVID-19 sigue siendo una enfermedad grave que no se debe menospreciar.
“El COVID-19 sigue siendo una enfermedad extremadamente peligrosa que puede ser mortal, siguen falleciendo pacientes con coronavirus, la enfermedad continúa proliferando. Considero bueno que la gente se vacune contra esta dolencia, sobre todo las personas de los grupos de alto riesgo de enfermar gravemente. A la vez, hay que decir que actualmente centros científicos en Chequia y en otros países europeos centran su atención en el síndrome post-COVID-19 y las complicaciones que a muchos pacientes les causó la enfermedad”.
Válek destacó asimismo que esta enfermedad, al igual que cualquier otra, hay que enfocarla de forma racional, desde el punto de vista médico, y no tratar de aprovecharla con fines políticos y populistas.
Actualmente unas 6000 personas en Chequia tienen COVID-19 confirmado por los laboratorios. En total hay 435 personas hospitalizadas con la enfermedad, de las que 47 están en estado grave. Treinta pacientes fallecieron por la enfermedad en los últimos siete días.