Se realizó la novena edición del Congreso de Hackers de Praga
Polis Paralela (Paralelní Polis) es una organización sin fines de lucro creada en Praga, en 2013, por la agrupación Ztohoven. Inspirados en la figura del disidente Václav Benda, el fin de semana pasado organizaron la novena edición del Congreso Hacker que incluyó varias charlas y conferencias sobre tecnología, criptomonedas y otros temas de actualidad. En esta entrevista, Juraj Bednár, uno de los iniciadores del proyecto y autor de un flamante libro sobre criptomonedas, nos cuenta los detalles de este espacio que explora todo tipo de alternativas económicas y sociales.
Hace un tiempo el prestigioso diario británico The Guardian incluía a Holešovice entre los diez barrios más ‘cool’ de Europa, por sus numerosos bares, cafeterías y sitios plagados de cultura y vitalidad como, por ejemplo, el teatro La Fabrika. Lo que no decía aquella nota es que ese mismo teatro comunica internamente con Paralelní Polis, un instituto de criptoanarquismo al que se ingresa por la calle Dělnická y y se define a sí mismo como ‘una especie de organización sin fines de lucro’. Paralelní Polis fue creada en 2013 por algunos miembros de la agrupación artística Ztohoven, que ya había realizado algunas acciones en Praga como la de colgar enormes calzoncillos rojos en el castillo de Praga a manera de protesta. Luego de usar bitcoins en sus proyectos y reflexionar sobre las posibilidades de las criptomonedas, en 2013 decidieron fundar Paralelní Polis que, al principio, era básicamente un experimento, tal como nos cuenta Juraj Bednár, uno de sus iniciadores.
“La idea de Paralelní Polis está basada en Václav Benda, un filósofo y disidente checo”.
Juraj Bednár
“El proyecto es una organización sin fines de lucro pero aun así debe disponer de cierta fluidez y no tener demasiadas pérdidas porque si no iríamos a la quiebra, así que yo, por ejemplo, no dejo de percibirlo como un negocio que no deja ganancias pero aún así necesita operar en el mercado y, al menos, no generar pérdidas”.
Lo que distingue a Paralelní Polis es que solo acepta criptomonedas a la hora de consumir un café, comer un refrigerio o adquirir la entrada para asistir a alguna de sus charlas. Sin embargo, eso les trajo algunos problemas: el dueño del local, por supuesto, quiere cobrar el alquiler en coronas checas o la depreciación que puede llegar a tener a fin de mes el sueldo de la barista de acuerdo a las fluctuaciones de la cripto. De todas formas, fueron encontrando algunas estrategias como pagarle a la barista varias veces al mes y, casi diez años después, el espacio sigue funcionando.
“Y luego, por supuesto, el propósito de todo esto es presentar algunas ideas no solo sobre criptomonedas sino también sobre la creación de un sistema paralelo, la idea de Paralelní Polis está basada en Václav Benda, un filósofo y disidente checo en la época del totalitarismo”.
Václav Benda fue, en efecto, uno de los signatarios de Carta 77 pero, a la vez, propuso hacer algo más porque tenía la impresión de que eso no alcanzaba para combatir al comunismo que, a cambio de proveer educación, salud pública y alimentos, pretendía tener absolutamente todo bajo control.
“Entonces, lo que él básicamente dijo fue: ‘bien, tenemos que mandar a nuestros hijos al colegio estatal donde les van a dar propaganda marxista leninista, sabemos que tienen que ir al colegio y que básicamente les van a lavar la cabeza pero nadie puede prohibirnos dar charlas en la cocina de alguna casa a las seis de la tarde para mostrar ideas democráticas’. Es decir, se acepta lidiar con el sistema que tocó en suerte pero, a la vez, se crea una escuela paralela acorde con nuestros propios principios”.
Cuenta Bednár que otra de las ideas de Benda era crear una economía también paralela en la que no se regularan impuestos y permitiera un puro intercambio entre las personas. Al mismo tiempo, propició algunas innovaciones en comunicación para contrarrestar la censura. En definitiva, Václav Benda acuñó ese concepto de ‘polis paralela’ que, a propósito de internet, ya habían rescatado un grupo de académicos de la Universidad de Washington, y desde hace casi una década es la principal inspiración de este espacio alternativo en pleno barrio de Holešovice.
“Lo que intentamos explorar aquí son estructuras paralelas sin necesidad de pelear con las convencionales: que ellos sigan imprimiendo sus coronas checas que es un servicio que aun funciona y nosotros usamos este sistema económico paralelo, ellos que brinden la educación a su modo y nosotros vamos a enseñar en nuestras charlas otro tipo de cosas, que ellos tengan su comida y nosotros seguiremos cooperando con algunas granjas. Está claro que, en muchos aspectos, estamos realizando los primeros pasos pero este es el lugar donde pueden probarse varias alternativas respecto a muchas cuestiones de la sociedad”.
Bednár agrega que, como sucede con cualquier forma de competencia, la existencia de este y otros espacios similares puede llegar a mejorar incluso el sistema convencional o mainstream porque ya existe un contrapeso y eso lo obliga, en algún punto, a ser cada vez más eficiente. A propósito de la palabra ‘hacker’ que utilizan para nombrar su congreso anual, Bednár ofrece una explicación.
“Yo he trabajado en el área de seguridad informática donde ‘hacker’ significa alguien que rompe el sistema para bien o para mal, de ahí viene lo de ‘hacker blanco’ y ‘hacker negro’, pero originalmente el término proviene de la Universidad de Berkeley, California, donde luego de obtener nuevas computadoras y estudiar noches enteras los manuales, un grupo de estudiantes decidieron buscar cosas nuevas que no estuvieran en esas instrucciones, es decir, intentaron usar funciones del ordenador que no hubieran sido previstas por quienes lo habían diseñado. Entonces, ‘hacking’ significa descubrir formas novedosas de interactuar con la tecnología, la sociedad y hasta tu cuerpo de un modo no convencional que, sin embargo, te va a dar los resultados que quieras”.
En la novena edición del Congreso de Hackers que se celebró durante tres días en Paralelní Polis participaron, entonces, numerosos investigadores, ingenieros, empresarios, emprendedores, profesores y criptoanárquicos locales y del ámbito internacional como Mitch Altman, creador de TV-B-Gone, un control remoto que apaga cualquier tipo de televisor, el egiptólogo Miroslav Bárta y el desarrollador Mário Havel.
“Creo que esta edición es una de las mejores sino la mejor de nuestro congreso, teniendo en cuenta la selección de los conferencistas. Uno de los principales temas de las charlas es la idea de ‘lunarpunk’, que remite al concepto de descentralización de innovaciones: hay varios intentos de buscar alternativas que pueden competir entre sí y hasta eliminarse mutuamente, pero también se oponen en conjunto a la sociedad mainstream que detenta el poder y trata de sacarlos del camino por tener el monopolio. Y los clientes de esos proyectos que dejan de funcionar suelen sumarse a los que sí sobrevivieron. En otras palabras, para soportar los ataques de la sociedad mainstream, el ecosistema de estos proyectos alternativos mejora con cada ataque que sufre”.
Explica Bednár que la de ‘lunarpunk’ es una idea muy nueva, aun en desarrollo. Y justamente eso es lo interesante de este evento que, lejos de debatir cuestiones perimidas, aborda tópicos novedosos que pueden repercutir en la agenda actual. Por supuesto, aunque ya lleva muchos años instalado, el tema de las criptomonedas siempre encuentra un lugar destacado en este tipo de eventos y, de hecho, en el marco del congreso Juraj Bednár presentó su flamante libro ‘Criptomonedas’ que se propone abordar desde múltiples ángulos ese tema, incluyendo algunos aspectos filosóficos.
“‘Hacking’ significa descubrir formas novedosas de interactuar con la tecnología, la sociedad y hasta tu cuerpo”.
Juraj Bednár
“Mucha gente escuchó algo sobre bitcoins, sabe que no se pueden imprimir, tal vez no conocen los mecanismo técnicos internos que implica y que requiere una billetera virtual, por eso tienen que preguntar cómo usarla y cómo funciona pero para tener éxito entre el público general no hace falta saber nada del protocolo, solo ir al proveedor, escanear el código QR y todo debería funcionar, entonces no soy de los que proponen una educación exhaustiva sobre ciptomonedas para las masas porque tampoco saben cómo funciona el dinero por decreto, lo cual me resulta asombroso”.
En su opinión, la tecnología con la que cuentan hoy las criptomonedas es excelente y puede soportar un uso masivo, aunque aun queda bastante por hacer en lo que respecta a cómo aprovecharlas más y también en el área de la comunicación. Agrega Bednár que los últimos estudios que cuantifican el crecimiento de usuarios indican que la mayoría son de Estados Unidos, aunque también hay muchos países donde la cripto viene teniendo una inserción muy grande a la hora de combatir restricciones y problemas económicos como es el caso, según cuenta, de Turquía o Venezuela. Por el contrario, en muchos países de Europa aun no se difundió tanto porque hay más confianza en la moneda y no existen tantos inconvenientes a la hora de realizar transferencias. Pero, aún así, asegura Bednár que la inflación que causó el covid hizo que mucha gente empezara a interesarse. Por supuesto, él no afirma que la criptomoneda sea un arma infalible contra la inflación porque también es muy volátil, aunque sí implica una filosofía completamente diferente.