Un tren de hidrógeno circuló por primera vez en Chequia
Un tren de hidrógeno atravesó por primera vez la República Checa. Se trató de un tren de la empresa francesa Alstom, como el que de manera regular circula ya en Alemania.
La compañía francesa Alstom es pionera en el desarrollo de trenes de hidrógeno, conocidos como Coradia iLint, que podrían ir reemplazando los trenes diésel. Entre sus mayores ventajas destaca que produce únicamente emisiones de vapor y agua, al tiempo que es muy silencioso. Sobre el tren dio detalles a la Radio Checa el director general de la compañía Alstom para Chequia y Eslovaquia, Dan Kurucz.
“En la parte superior del tren hay instalados tanques de hidrógeno. En medio hay una pila de combustible donde se produce una reacción química en la que se une hidrógeno con oxígeno”.
Semejante reacción química tiene como resultado la producción de corriente eléctrica y agua, esto quiere decir que las sustancias que surgen no son perjudiciales para la salud de las personas. De ahí que los tanques se instalan prácticamente sobre la cabeza de los pasajeros. Parte del agua se evapora y parte se almacena aprovechándose para calentar el interior de los vagones en los meses de invierno.
A diferencia de los trenes a batería, que pueden recorrer distancias de entre 80 y 100 kilómetros, el tren de hidrógeno puede realizar recorridos, con sus cuatro depósitos al máximo, de hasta 1000 kilómetros y transportar entre 150 y 516 pasajeros, dependiendo del modelo del tren. Dan Kurucz también advierte que el consumo del hidrógeno es relativamente bajo y que el precio de este combustible empieza a acercarse al del gasóleo.
“El coste del servicio depende del precio por el que se consigue el hidrógeno. Esto está supeditado al hecho de si el hidrógeno es sustancia residual que se limpia o si proviene directamente de la energía verde. En cualquier caso, el precio empieza a ser similar al precio del gasóleo y en muchos casos ya es casi igual”.
Aunque los costes del servicio de estos trenes y los diésel sean comparables, la fabricación de un tren de hidrógeno es considerablemente más cara, puesto que la tecnología de producción requiere más recursos. Además, los clientes de Alstom que ordenen trenes de hidrógeno tendrán que invertir en las estaciones de carga. Aun así, la compañía Ferrocarriles checos cuenta con la compra de varios trenes de este tipo tomado en cuenta de que casi dos tercios de los ferrocarriles nacionales no están electrificados y los trenes de hidrógeno reemplazarán a los trenes diésel.
Silvana Jirotková del Ministerio de Industria y Comercio, dijo a la Radio Checa que en el país se está trabajando en lo que se conoce como la estrategia del hidrógeno.
“El hidrógeno presenta una nueva etapa no solamente en el transporte. Queremos descarbonizar, queremos un futuro sostenible. Aquí, en la República Checa, queremos utilizar más las tecnologías de hidrógeno”.
Uno de los objetivos de la estrategia es ir construyendo centrales de carga para fomentar la utilización de camiones y coches a base de hidrógeno. Según Aleš Doucek, del Instituto de Investigación Nuclear en Řež, hasta el año 2030 debería haber en Chequia unas 80 centrales de carga que para la circulación de unos 40 000 o 50 000 coches y 900 autobuses de hidrógeno.
