Villancicos checos: cuando la música popular abraza temas religiosos
Como en tantos países, los villancicos resuenan en las calles checas durante la Navidad. Sin embargo, sus raíces se hunden mucho más allá de su significado religioso.
Los villancicos son uno de los símbolos más característicos de la Navidad. Estas canciones alegran los días festivos y hoy en día es común escucharlos en establecimientos y mercadillos de todo el mundo occidental. En la República Checa, la tradición sigue siendo fuerte, además, su repertorio nacional es bastante extenso.
Pero, a pesar del papel predominante de los villancicos en Navidad, pocas veces nos preguntamos sobre el significado de sus letras y sobre el origen de esta costumbre de la que existe registro desde hace siglos.
Para resolver esta incógnita es necesario adentrarse en el campo de la etnomusicología, una rama de la musicología centrada, entre otras cosas, en la música popular propia de cada cultura. Con esta intención, Radio Praga Internacional ha entrevistado a Lubomír Tyllner, miembro del Departamento de Etnomusicología y Etnocoreología de la Academia de Ciencias de la República Checa, del que durante muchos años fue director.
Tyllner ha dedicado parte de su carrera al estudio de la música popular en el territorio de la actual República Checa, y conoce con precisión la historia de los villancicos en estas tierras.
Este campo tiene una gran importancia cultural, sin embargo, no se tuvo en cuenta en la Academia de Ciencias hasta hace 30 años. Según Tyllner, la principal razón de este retraso fue la situación política en el país.
“Se debió a un problema político. Los directores de la Academia de Ciencias Checoslovaca durante el totalitarismo consideraron que este tema no era muy necesario ideológicamente en el socialismo. No entraba en los planes científicos de la Academia en aquella época, que quería investigar más bien cuestiones como el internacionalismo y el movimiento obrero”.
Tras su apertura en 1991, se incrementó progresivamente el número de estudios sobre este asunto. Lubomír Tyllner pudo dedicar más tiempo a estas cuestiones, donde destacó su interés por los villancicos locales.
El origen de los villancicos
En checo, villancico se dice “koleda”. Aunque ahora se utiliza esta palabra principalmente para referirse a una canción con temática navideña, originalmente tenía más importancia el sentido mágico de las palabras y los buenos deseos de un grupo de personas que iban cantando o recitando por las casas. La propia etimología nos sirve de guía para entender mejor este fenómeno, resalta Tyllner.
“En primer lugar, la etimología viene del latín kalendae, que era en el calendario romano el primer día de cada mes, y además, el 1 de enero se celebraban las fiestas januales, lo que es un detalle importante. Algo que también es destacable es que esa palabra la tomaron principalmente los pueblos eslavos, pero los alemanes, franceses e ingleses no tomaron esa palabra con el mismo significado. Esto se debe a la cultura agraria y rústica de los eslavos. Si nos enfocamos en el significado práctico de la palabra, tiene tres principales sentidos: “recorrido”, porque los participantes van pasando por las casas cantando; “obsequio”, ya que tras cantar frente a una casa reciben algún dulce, algún alimento; y el tercero es “deseo”, porque durante este recorrido por las casas se daban buenos deseos a la gente, para que tuvieran éxito en el nuevo año”.
La raíz de la tradición base como tal sería imposible de definir, pues las costumbres de celebración de hitos como la llegada de la primavera y el hecho de reunirse para cantar canciones populares son actividades ancestrales.
Pero sí que existen documentos medievales sobre esta costumbre más en el sentido que la entendemos ahora. Un monje checo nacido en el siglo XIV describió qué se hacía en Navidad durante la época, y de sus palabras se desprende que no estaba contento con algunos elementos de origen pagano.
“No tenemos demasiados documentos históricos, pero tenemos uno muy valioso. Viene de alrededor del año 1400 y es un tratado de un monje llamado Jan de Holešov. Este monje escribió qué pasaba durante la Navidad, pero no lo escribió para decir cuál era la tradición, sino para señalar qué estaba mal. Criticó una serie eventos. Y durante esta explicación, menciona que un grupo de personas que iba pasando por las casas cantaba el villancico Vele, vele, el roble se alza en medio del patio. No cuenta más en sus escritos, pero estamos convencidos de que se trata del primer villancico del que hay una mención, ya que muchos otros villancicos hablan de un árbol en un patio. Y da otro detalle interesante: que los monjes católicos iban pasando por las casas y pedían a la gente que besara una cruz o una imagen de Jesucristo, y quien no lo hacía, era considerado un hereje”.
Parece imposible desligar los villancicos de la temática del nacimiento de Jesucristo, visto desde una perspectiva moderna. Pero como indica Lubomír Tyllner, lo que implica el término koleda original tenía relación puramente con las canciones populares.
“Podemos conectarlo con estos dos sentidos. Los villancicos originales eran estos recorridos alrededor de las casas que ya se daban antes del cristianismo, por ejemplo, en el Imperio romano. Pero después pasó algo curioso: nació Jesucristo. Aunque estas otras celebraciones eran propias de primavera, cuando la naturaleza comenzaba a despertarse. Así que lo que pasó es que se mantuvieron esas celebraciones de primavera y además comenzaron a hacerse estas rondas cantando por casas también en Navidad, en conexión con Jesucristo. Tenemos originalmente villancicos que no tienen sentido religioso, que hacen referencia, sobre todo, a deseos y obsequios, pero después se sumaron unos villancicos con significado religioso, especialmente en el Barroco, cuando se escribieron cancioneros con cientos o miles de canciones. Y al pueblo le acabaron gustando tanto estas canciones religiosas que pasaron al ámbito popular, y así surgió esta mezcla entre los villancicos originales antiguos y los que están relacionados con el cristianismo”.
Lo cierto es que desde su implantación como canción navideña, los temas han sido muy estables: el nacimiento de Cristo es el eje principal de las historias.
Las peculiaridades del villancico checo
La República Checa no es una excepción en cuanto a la elección de temas. Un buen ejemplo es la Misa Checa de Navidad, una de las composiciones preferidas de los checos durante estas fechas, explica Tyllner.
“Es muy típico en estos cancioneros, del año 1600 al 1800 aproximadamente, la aparición de motivos como los regalos que se llevan a Jesucristo y el camino a Belén. Es frecuente la presencia de pastores, ya que ellos fueron los primeros en enterarse del nacimiento de Cristo. De hecho, la famosa Misa Checa de Navidad de Jakub Jan Ryba empieza con las palabras “Ey, patrón, levántate rápido”. Se trata de los pastores despertando a su patrón para que mire al cielo y vea la estrella que señala el nacimiento de Cristo”.
En este sentido, Lubomír Tyllner cree que uno de los mayores méritos de Jakub Jan Ryba fue representar musicalmente al inicio de su obra las flautas de los pastores. Lo hace de una forma muy sencilla, propia del ambiente pastoril, pero que consigue llegar con fuerza al oyente.
Al ser más moderna, conocemos los detalles de esta misa navideña y de la vida de su autor. No obstante, la mayoría de los villancicos antiguos checos se consideran anónimos, pues no ha llegado más información sobre ellos hasta nuestros tiempos.
Entre los más antiguos, Tyllner destaca uno muy conocido, aunque también anónimo.
“Hay poca información sobre los villancicos más antiguos, pero hay algo. Lo más antiguo que tenemos registrado es del siglo XVI, entre 1550 y 1600. Y, por ejemplo, un villancico muy extendido en Chequia, Ha nacido Cristo, es de esa época, aunque no conocemos al autor. Los autores de esa época suelen ser anónimos, pero a partir del Barroco ya tenemos nombres de autores. Uno de los más queridos aquí y del Barroco es Adam Michna de Otradovice, que escribió un cancionero con villancicos. Él compuso los textos y las melodías, y estas son tan dulces y fáciles que llegaron rápidamente a la tradición popular”.
Aunque, por otra parte, algunos de los cancioneros posteriores eran recopilaciones de villancicos más antiguos, por lo que seguimos sin conocer la autoría de muchos.
Como hemos dicho, el tema de los villancicos se ha mantenido estable desde el surgimiento de la costumbre actual relacionada con la Navidad. Aun así, la tradición checa ha sabido modificar algunos villancicos y adaptarlos a situaciones regionales. Por ejemplo, hasta el punto de que los personajes bíblicos crucen territorio checo.
De acuerdo con Lubomír Tyllner, los checos son unos grandes aficionados a los temas navideños y a los villancicos, y cree que la fama de país ateo tiene ciertos matices.
“Creo que lo de los checos como una nación de ateos es algo moderno, no creo que fuese así hace siglos. Es algo a lo que ha contribuido el régimen totalitario, que veía a la Iglesia como un enemigo. Incluso estos villancicos sobre Jesucristo no debían cantarse porque los políticos pensaban que estas canciones dañaban al régimen, lo que es absurdo. Un gran porcentaje de los villancicos hablan sobre el nacimiento de Cristo y qué hizo la Virgen María. Uno muy famoso habla de cómo María busca alojamiento para dar a luz, este es un tema muy extendido en los países eslavos. Ella va al herrero y le pregunta: “¿Puedo pasar la noche aquí?”, y el herrero responde: “No puedes, porque aquí se forjarán los clavos que crucificarán a tu hijo”. Por otro lado, la gente cambiaba los villancicos y los adaptaba a su región. En un villancico típico del sur de Bohemia, María va a un conocido bosque en los montes de Šumava para dar a luz“.
Con la comercialización de la Navidad y la influencia anglosajona, a veces el espíritu navideño llega a parecer incluso un poco artificial. Y surgen cada año todo tipo de canciones con referencias navideñas a las que llamamos villancicos, algo que Tyllner entiende, pero con lo que no está de acuerdo del todo. Aunque el etnomusicólogo apunta que la República Checa también ha recibido desde el extranjero obras musicales interesantes propias de estas fechas.
“Ahora la gente llama villancico a muchas cosas, suenan las mismas canciones en las tiendas, las casas, que a veces ya no quiero ni escucharlas, y a todo lo que se canta se le dice villancico. Aunque como hemos visto, el significado real de esta palabra es diferente. Pero me gustaría mencionar que hemos recibido influencias de otros países: Panis Angelicus de Francia, de Inglaterra Adeste Fideles, o desde el idioma alemán Noche de Paz, y Jingle Bells desde Estados Unidos. Han venido muchas canciones a nosotros y a todas se las llama villancicos, aunque realmente no todas lo son”.
Y no solo los checos cantan villancicos extranjeros, la tradición local ha sido muy prolífica y algunas canciones y temas nacionales han inspirado a los autores de otros países.
Llama la atención que uno de los villancicos más populares de Inglaterra esté basado en una leyenda de San Venceslao, el patrón de la República Checa.
“Nosotros también hemos enriquecido el repertorio europeo con algunas canciones. Nuestro Nesem Vám noviny (Nuevas os traigo) es muy popular en Alemania y Austria y ya en el siglo XIX se tradujo al alemán. Y en Inglaterra, el villancico Good King Wenceslas está basado en un tema medieval checo, aunque la melodía la compusieron los ingleses. Esto demuestra que existía una conexión cultural en aquel entonces, y que sigue existiendo hoy”.
Es a través de este intercambio cultural que realmente surge la riqueza de los villancicos, ya que desde el momento en que se fusionaron costumbres populares de origen pagano y conceptos cristianos, su evolución estaba predispuesta a todo tipo de cambios locales. Con la creación de sus propios villancicos, cada país fue agregando algún detalle nuevo que, de algún modo, suponía aportar su propio punto de vista sobre la Navidad.
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