El Gobierno no prolongará el estado de emergencia que termina el 25 de diciembre
El Gobierno checo ha anunciado que no quiere pedir a la Cámara de Diputados que extienda el estado de emergencia. Prefiere implementar las posibles medidas amparado en la ley contra la pandemia.
El estado de emergencia declarado por el antiguo gobierno, de Andrej Babiš, vence el próximo 25 de diciembre, pero el nuevo Ejecutivo adelantó, ya antes de su investidura, que no era partidario de la prolongación del mismo.
Varios expertos, han indicado al Gobierno que el estado de emergencia es un instrumento de gran ayuda a la hora de aprobar medidas para frenar la propagación del coronavirus.
El nuevo ministro de Salud, Vlastimil Válek, recomendó a la población que no organice grandes fiestas de Nochevieja, porque en tal caso la situación empeoraría, y en enero se vería obligado a aplicar fuertes medidas de restricción.
El especialista en temas de vacunación, Roman Chlíbek, ha subrayado que, desde su punto de vista, el estado de emergencia es indispensable para avanzar en la lucha contra el coronavirus.
No obstante, el ministro de Salud, Vlastimil Válek, se ha limitado a reducir los horarios de atención al público en los centros comerciales, según dijo a la Radio Checa.
“Le voy a recomendar al Gobierno que los centros comerciales cierren el 24 de diciembre al mediodía y el 25 que no abran”.
Entretanto, el inmunólogo Václav Hořejší dijo que le sorprendía mucho la actitud del nuevo Gobierno, que no ha querido prolongar el estado de emergencia. Este sirve como herramienta para evitar, por ejemplo, un comportamiento masivo irresponsable.
Por otro lado, el ministro Válek ha sido tajante a la hora de fomentar la aplicación de pruebas para la detección del coronavirus en las escuelas y evitar el cierre de las mismas, tal y como sucedió en el pasado.
“La cantidad de pruebas debe ser suficiente para frenar los contagios entre los niños y reducir las cuarentenas en los centros de enseñanza”.
El ministro Válek sostiene que en este momento los políticos y los expertos no están hablando un mismo idioma, pero está convencido de que pronto lo harán. Confía en que se puede lograr mucho con recomendaciones a la población.
Otro tema que se debate entre políticos, médicos y población en general es la eventualidad de declarar obligatoria la vacuna contra el coronavirus. Unos, entre ellos el Gobierno anterior, han sugerido que sea obligatoria para determinados gremios profesionales, mientras que otros recomiendan que sea obligatoria para toda la sociedad.
En declaraciones a la Radio Checa, el ministro de Salud Vlastimil Válek, indicó que no es partidario de que la vacuna contra el COVID-19 sea obligatoria y masiva.
“Considero que la vacunación obligatoria para las diferentes categorías de edad no es una medida adecuada”.
El presidente checo, Miloš Zeman, reiteró este domingo en el canal de televisión CNN Prima News que es partidario de la vacunación obligatoria contra el COVID-19.
"La vacunación contra una serie de enfermedades es obligatoria en nuestro país. Por lo tanto, si agrega la de COVID a ese conjunto, no sucederá nada terrible", insistió el mandatario.
El mandatario dijo que era uno de los pocos defensores de las vacunas obligatorias, y recordó que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, o la excanciller alemana Angela Merkel se pronunciaron a favor de la vacunación obligatoria.