Hace 80 años los nazis iniciaron la deportación de judíos checos a Bielorrusia
El holocausto de los judíos checos durante la Segunda Guerra Mundial está particularmente ligado en la memoria colectiva al gueto de Terezín y el campo de concentración de Auschwitz. Los transportes a los países bálticos y Bielorrusia cayeron en gran parte en el olvido.
La primera deportación de judíos checos a Bielorrusia se produjo el 14 de noviembre de 1941. Los transportes no llamaron mucho la atención de la sociedad checa. “La operación transcurrió sin complicaciones”, constató la Policía de Praga la salida de uno de estos trenes.
El oscuro capítulo histórico es recordado por el documental Los transportes olvidados a Bielorrusia, de Lukáš Přibyl. Se trata del segundo capítulo de la serie dedicada a los destinos menos conocidos de la deportación de judíos por el noreste europeo. El gueto de Minsk o el campo de trabajo de Maly Trostenets pasaron a la historia por convertir a Bielorrusia una gran fosa común: todo aquel no apto para el trabajo, era liquidado. Después de acabar con el gueto de Minsk, el resto de los presos fue llevado al campo de exterminio de Majdanek y el campo de concentración de Płaszów, en Polonia, y el de Flossenbürg, en Alemania. A Bielorrusia fueron deportados 22 000 judíos checos. De todos ellos, solo 22 sobrevivieron.
Durante la Segunda Guerra Mundial, casi 80 000 judíos que habitaban en el territorio de la actual República Checa fueron asesinados.