La vacunación frena la pandemia en Chequia, expertos debaten si aplicar la tercera dosis
Los datos de los hospitales checos demuestran que la pandemia ha perdido fuerza durante el verano. Bajó el número de pacientes y también de fallecidos. El epidemiólogo Ladislav Dušek atribuye la mejora a la vacunación.
Mientras que en marzo los laboratorios registraban 300 000 nuevos casos de coronavirus, en julio fueron apenas 6 000. En el transcurro de los dos últimos meses fueron hospitalizadas 515 personas, una cifra significativamente menor a las 9000 de la primavera.
De acuerdo con Ladislav Dušek, director del Instituto de Información y Estadísticas de Salud, la pandemia ha perdido fuerza gracias a la vacunación. De las más de 11 000 personas que se contagiaron en junio y julio, la mayoría no estaba vacunada y solo el 6.2 % contaba con el ciclo completo de inmunización.
A pesar de la situación relativamente favorable, en los últimos días se registra un leve crecimiento de los contagios. De acuerdo con Dušek, las razones pueden ser varias. Por un lado se ha vuelto predominante la variante Delta del virus, que es más contagiosa. Por otro, sobre todo en el caso de las personas mayores, ha pasado un periodo prolongado desde la aplicación de la última dosis de la vacuna.
La situación brinda a Chequia al debate sobre la aplicación de la tercera dosis, polémica que está teniendo lugar en varios países del mundo. Israel ya ha recomendado a los mayores de 60 años que se la apliquen. Francia y Alemania han anunciado que empezarían a vacunar a los mayores y más vulnerables a partir de septiembre.
Es el camino que podría tomar también Chequia, según sostuvo la viceministra de Salud, Martina Koziar Vašáková, para la Televisión Checa.
“Si la tercera dosis es recomendada y aprobada, seguramente los primeros en recibirla serán los más vulnerables, es decir, las personas mayores, los pacientes con trastornos inmunitarios y pacientes con trasplantes. Son grupos que estamos considerando seriamente”.
El Ministerio de Salud Checo está esperando la decisión de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) y ha consultado también con expertos. El Instituto Nacional para el Control de Medicamentos checo no ha adoptado una postura clara, afirma que, de momento, no existen suficientes datos científicos.
El primer ministro, Andrej Babiš, ha encargado la realización de un estudio que mida la cantidad de anticuerpos con los que cuenta actualmente uno de los mayores grupos de riesgo, las personas mayores, dado que su sistema inmunitario es menos resistente.
El estudio se realizará en las regiones de Ústí nad Labem y Moravia Silesia. Eduard Ježo, del Instituto de Información y Estadísticas de Salud ofreció detalles a la Televisión Checa.
“Se tratará de una comparación entre las personas que viven en residencias de ancianos, las personas que se recuperaron del coronavirus y están vacunadas y entre las que únicamente fueron vacunadas”.
La organización de ayuda a personas mayores Podané ruce (Manos Extendidas) publicó los resultados preliminares de un análisis similar de anticuerpos realizado en personas ancianas vacunadas. Reveló que el 60% de las personas mayores tienen pocos o ningún anticuerpo seis meses después de la vacunación.
El presidente de la Sociedad Checa de Vacunología, Roman Chlíbek, enfatiza que el debate sobre la tercera dosis debería centrarse en mayor medida en estudios complejos que toman en consideración también la inmunidad celular, es decir, la memoria de las células para luchar contra el virus, explica.
“Seguimos sin conocer el número mágico, el nivel de anticuerpos necesario para protegerse contra el coronavirus. El estudio que está realizando la empresa Pfizer demuestra claramente el efecto de la tercera dosis. Por ejemplo, los jóvenes tienen cinco veces más anticuerpos tras la tercera dosis en comparación con la segunda. En el caso de las personas mayores es once veces más”.
Además de los grupos vulnerables mencionados, Chlíbek recomienda vacunar también al personal sanitario y a los trabajadores de servicios sociales.
La decisión reabre también un problema logístico. La vacunación en Chequia se está realizando actualmente también gracias a centros de vacunación provisionales, no obstante, la mayoría tiene planeado cerrar a finales de agosto. En muchos casos se trata de salas de conciertos que deberían retomar su actividad original.
Al cerrarse todos los centros con excepción de los hospitales, la capacidad diaria de vacunación se reduciría en hasta 50 000 dosis. En caso de que se empezara a aplicar la tercera dosis, esto podría suponer un problema, por lo que el Ministerio no ha descartado la opción de que intervenga en su cierre.
De momento no está claro si la cartera esperará a la resolución de la EMA respecto a la tercera dosis. De acuerdo con informaciones disponibles, planea tomar una decisión antes de que termine el mes.