El Senado checo recibe a Svetlana Tijanóvskaya como ganadora de las elecciones de Bielorrusia
La líder de la disidencia bielorrusa contra el régimen de Aleksandr Lukashenko, Svetlana Tijanóvskaya, se encuentra de visita en la República Checa invitada por el Senado. Tijanóvskaya agradeció la solidaridad checa con los movimientos por la democracia en su país y pidió incrementar las sanciones contra el Gobierno de Minsk.
La candidata de la oposición en las últimas elecciones presidenciales, Svetlana Tijanóvskaya, llegó a Praga este lunes en un viaje de cuatro días para reunirse con los máximos representes de la República Checa.
Tijanóvskaya plantó cara en los comicios al que es jefe de Estado de Bielorrusia desde 1994, Aleksandr Lukasenko, pero el candidato original era su marido, Serguéi Tijanovski, que fue arrestado antes de las elecciones y continúa en prisión.
Según los resultados oficiales, Tijanóvskaya consiguió tan solo un 10% de los votos. Pero la oposición, la Unión Europea y otros muchos estados no reconocen esos resultados en unos comicios que el presidente del Senado, Miloš Vystrčil, consideró este lunes que no fueron libres ni justos ni legales.
Desde el año pasado la opositora es perseguida por las autoridades bielorrusas, así como por las rusas, que la acusan de unos delitos por los que podría pasar hasta 5 años en la cárcel.
Las manifestaciones en las calles de Bielorrusia no han cesado desde aquellas elecciones, en las que muchos consideran que en realidad ella sacó más votos que Lukashenko. La violencia del régimen tampoco ha parado desde entonces, explicó Tijanóvskaya en el Senado checo.
“A lo largo del último año los bielorrusos padecen y protagonizan acontecimientos históricos por los que en un solo día suceden más cosas que en décadas. Siento que el pueblo checo esto lo entiende bien por su historia del año 1968. Los bielorrusos piden elecciones democráticas. Nuestras acciones pacíficas de protesta se prolongan durante más de 300 días. En este tiempo no habido ni un solo día sin manifestaciones callejeras y ni un solo día sin arrestos y violencia por parte del régimen. Decenas de miles de personas han pasado por la cárcel. Miles siguen allí”.
La política también se refirió al periodista opositor Román Protasévich. Exiliado desde 2019, el 23 de mayo fue arrestado junto a su novia, Sofía Sapega, después de que un caza obligara a aterrizar en suelo bielorruso al avión de pasajeros en el que viajaban desde Grecia a Lituania. La pasada semana la televisión bielorrusa publicó una entrevista con Protasévich en la que el periodista recluso reconocía haber organizado las protestas y hasta mostraba su apoyo a Lukashenko. Tijanóvskaya, al igual que la familia de Protasévich, denuncia los métodos violentos empleados para conseguir semejantes declaraciones.
“Todo apunta a que fueron golpeados y torturados. Los pusieron frente a una cámara delante de un público de millones de personas a confesar crímenes que jamás cometieron. Parece que a nadie le ha quedado duda de que este es un régimen terrorista y hay que detenerlo”.
La Unión Europea ha prohibido a sus aerolíneas sobrevolar territorio bielorruso tras la detención de Protasévich, además de prohibir pasar por el espacio comunitario a las aeronaves civiles de bandera bielorrusa.
Tijanóvskaya cree evidente que es imposible negociar con un régimen así y pidió sanciones más fuertes contra Minsk.
El presidente del Senado checo, por su parte, recordó que la institución lleva desde el año 2000 situándose del lado de la oposición bielorrusa y rechazando a un Gobierno al que muchos consideran la última dictadura de Europa. Vystrčil quiso recalcar que el Senado checo considera a Tijanóvskaya la ganadora de las elecciones en su país.
“El Senado de la República Checa ha invitado como máximo representante de Bielorrusia a Svetlana Tijanóvskaya, a quien el Senado checo y yo personalmente consideramos presidenta electa de Bielorrusia. Bienvenida al Senado checo”.
Tijanóvskaya se remontó mucho más atrás recordando el apoyo checo a las instituciones democráticas bielorrusas tras el breve periodo de independencia de su país en 1918, al caer contra el Ejército Rojo y entrar a formar parte de la Unión Soviética.
“El gobierno democrático de Bielorrusia continuó su trabajo en el extranjero, también en Checoslovaquia, que lo acogió con gran hospitalidad. Solo después entendimos que un país independiente no tiene por qué ser un país libre”.
En la primera jornada de la visita de Svetlana Tijanóvskaya a Praga también asistió a una manifestación por la democracia en Bielorrusia en la Plaza de la Ciudad Vieja que contó con cientos de asistentes.
La política se reúne este martes con el primer ministro, Andrej Babiš, que el año pasado rechazó entrevistarse con ella, y con el presidente de la República, Miloš Zeman.