La muerte de Jan Masaryk en 1948 sigue envuelta en misterio
Después de 73 años, muchas dudas rodean la muerte del entonces ministro de Relaciones Exteriores Jan Masaryk. Ni siquiera las últimas investigaciones han podido poner fin al misterio.
La historia de la República Checa no podría entenderse sin el apellido Masaryk. Pero mientras que la figura de Tomáš Garrigue Masaryk, primer presidente de Checoslovaquia, desprende un aura heroica, la de su hijo Jan Masaryk trae recuerdos más dramáticos.
Jan Masaryk era un firme defensor de la democracia. En su exilio en Inglaterra durante la Segunda Guerra Mundial fue nombrado ministro de Relaciones Exteriores. En los años de posguerra, tras la toma del poder por los comunistas en Checoslovaquia en 1948, sorprendentemente mantuvo su posición y se convirtió en la principal figura no comunista en el Gobierno.
Por supuesto, esto lo llevó a una situación bastante comprometida políticamente y algunos altos cargos comunistas no lo veían con buenos ojos.
Sin que se sepa todavía por qué, la mañana del 10 de marzo de 1948 apareció muerto tras caer de la ventana de su cuarto de baño en el Palacio Černín. En ese momento, la versión oficial del régimen fue el suicidio. En 2019, la escritora e investigadora Václava Jandečková dio a conocer que existía un audio de un policía que estuvo en aquel lugar esa mañana, como contó Jandečková para la Radio Checa.
“Vilibald Hofmann fue el primer policía al que la mañana del 10 de marzo de 1948 se envió al Palacio Černín. Su tarea allí era controlar los accesos y el lugar de los hechos”.
Según el relato de Hofmann, podría tratarse de un asesinato planeado por miembros del régimen comunista, ya que una foto que vio en 1968 no correspondía con lo que había visto en persona en 1948.
Sobre esto habló hace un tiempo para la Radio Checa Jindřich Grulich, quien ha publicado un libro tratando este tema. Como estaba emparentado con Hofmann, Grulich escuchó esta historia en numerosas ocasiones y cómo esa fotografía llegó a las manos de Vilibald Hofmann tras hablar con unos investigadores.
“Le preguntaron a Hofmann si había visto el cuerpo. Y él dijo: sí, estaba sobre una alfombra. Después le preguntaron si sabía que habían hecho fotos al cuerpo, y él pensó que si decía que no, no le enseñarían nada, así que dijo: sí, sí. Y después de que le enseñasen las fotos vio que no era la posición original, que todo había sido preparado”.
De acuerdo con Jindřich Grulich, Hofmann contó la historia durante años en el ámbito privado, pero no decidió registrarla hasta que le enseñaron esa foto sospechosa.
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“Hofmann había hablado de ese día a su familia, a sus conocidos. Contó la historia cientos de veces, pero nunca había quedado grabada. Así que ese día, le pusieron delante un magnetófono y se grabó”.
Desde 1948 se han hecho varias investigaciones al respecto, algunas durante el régimen comunista y otras ya durante la democracia. Y se ha llegado a conclusiones tan diversas como que fue un suicidio, que fue un asesinato, e incluso que Masaryk cayó por la ventana accidentalmente.
La última de las investigaciones, que tuvo en cuenta el audio de Hofmann mencionado, la ha llevado a cabo la Oficina para la Documentación e Investigación de los Crímenes del Comunismo. Su conclusión es que no existen pruebas suficientes para decantarse por alguna de las opciones.
Sin embargo, todos los estudios modernos coinciden en que la investigación realizada el mismo año 1948 por las autoridades comunistas estuvo llena de negligencias y que estuvo encaminada a cerrar el asunto lo más rápido posible.