Una empresa checa descubre la forma más ecológica de convertir basura en materiales con valor comercial
La compañía LOGeco ha desarrollado una tecnología única en el mundo capaz de transformar basura sin clasificar en materias primas reutilizables para la industria y sin producir emisiones en el proceso. Las ciudades no solo reducen así sus residuos sino que, además, consiguen ingresos con la venta de los productos de su procesamiento.
Basura orgánica e inorgánica sin clasificar, plásticos, restos de comida, pañales, material sanitario, ropa vieja, alfombras, electrodomésticos y hasta neumáticos o residuos de depuradoras de aguas o industriales. Todo ello y otros muchos tipos de desechos son transformados en materias primas para poder volver a ser usados en la industria gracias a las unidades ERVOeco de la empresa checa LOGeco.
Recientemente, han recibido el prestigioso premio Český Goodwill, considerado el “Óscar” de las empresas en la República Checa, y están presentado su nueva tecnología, que empezaron a desarrollar en 2012. Así habló de ella para Radiožurnal, emisora de la Radio Checa, Miroslav Šilhán, director de LOGeco.
“Tenemos una tecnología que no existe en ninguna parte del mundo que consigue procesar residuos de una manera única no solo beneficiosa desde el punto de vista ecológico, sino que también es interesante económicamente. Por tanto, no solo tiene los requisitos para ser instalada con éxito aquí en la República Checa, sino que, por supuesto, tiene un gran potencial para ser empleada en el extranjero”.
La patente fue registrada en 2019 y rápidamente empezaron las ventas tanto en la República Checa como en otros países.
La empresa sabía desde un principio que la noble tarea de eliminar residuos no bastaría por sí sola para el éxito del proyecto, por lo que encontrar aplicaciones comerciales a los productos derivados de la gestión de los residuos era primordial, relata Miroslav Šilhán.
“En todo este tiempo no solo hemos trabajado en desarrollar y mejorar la tecnología, sino que también nos hemos dedicado a encontrar salidas a los productos. Tenemos por un lado un fluido, una fracción líquida, que conseguimos vender muy bien. Así que comprándosela a los municipios somos capaces de asegurarles ingresos. También sale un carbón que somos igualmente capaces de vender muy bien en muchos casos. Lo que quiere decir que somos capaces de sacarle un rendimiento comercial al 100% de los productos resultantes del procesamiento de los residuos”.
Cada unidad ahorra 6 millones de litros de crudo al año
Ese fluido resultante, por ejemplo, es capaz de sustituir al petróleo en la elaboración de polietileno. Una unidad ERVOeco puede reciclar 15 toneladas de residuos al día, aseguran desde la empresa. En un año es capaz de transformar 65 millones de botellas de plástico, 400 000 neumáticos usados o la basura generada por 10 000 hogares. En su lugar, la unidad produce el fluido suficiente para ahorrar 6 millones de litros de crudo y, todo ello, sin emisiones de dióxido de carbono.
Decenas de municipios checos ya cuentan con la tecnología para la que no han tenido que invertir nada gracias al modelo de negocio desarrollado por LOGeco, asegura Miroslav Šilhan.
“Ahorran porque no tienen que gastar en el procesamiento de la basura y, por otro lado, pueden obtener ingresos porque los productos de nuestro proceso se pueden monetizar de forma que los municipios no tienen que poner ni una sola corona. Pero se encargan de su funcionamiento y, gracias a una especie de leasing, serán capaces de pagar a plazos la tecnología sin tocar su presupuesto”.
Una de las preocupaciones que impulsaron el proyecto en un principio, recuerda Šilhán, fue precisamente el problema de los desechos en África, donde no existen incineradoras de residuos. Por el momento, no han conseguido implantar ninguna unidad en lugares en los que no exista una ganancia económica, explica el director de LOGeco, pero sí es algo que se ponen como objetivo para cuando se lo puedan permitir. Por ejemplo, dice, que una de cada diez plantas no sea para sacar rendimiento económico sino que cumpla únicamente con su misión de reducir residuos, uno de los grandes problemas actuales de la humanidad.
En cualquier caso, Šilhán no cree que su tecnología pueda llegar a reemplazar por completo las actuales plantas de gestión de residuos.
“Es como en la naturaleza, hay un pez grande que lleva con él a muchos peces pequeños que le ayudan a que no tenga bacterias. Esto es parecido, en la República Checa no vamos a tener nunca tantas unidades para procesar toda la basura. Pero somos un buen complemento. Hasta para las grandes empresas de gestión de residuos podemos ser un complemento de ingresos para su actividad”.
También grandes corporaciones con importantes cantidades de residuos se encuentran ya entre los clientes de LOGeco. La empresa, además, participa en varios proyectos sociales, educativos y humanitarios en la República Checa y en los países en los que ya está implantada, fieles a su filosofía que les ha llevado a desarrollar la que aseguran es “la tecnología de gestión de basura más ecológica que existe en la actualidad”.