“Los médicos de cabecera podrían poner hasta un millón de vacunas al mes”
Cuando finalmente haya vacunas que poner, podrían inyectarse hasta 50 000 dosis al día en Chequia gracias a los médicos de cabecera, asegura el doctor Petr Šonka, que ha trazado un plan para ello. En abril podría estar disponible incluso una vacuna hecha en el país, la de la empresa estadounidense Novavax.
La vacunación contra el COVID-19 se encuentra prácticamente detenida mientras se espera a que se reanude el suministro de Pfizer y empiecen a llegar en cantidades importantes otras, como las de Moderna y AstraZeneca.
Desde hace unos días, en la República Checa se usan las reservas con las que aún se cuenta especialmente para poder poner segundas dosis a personas con la vacunación ya empezada.
El presidente de la Asociación de Médicos de Cabecera, Petr Šonka, reconoció en entrevista para la Radio Checa la gravedad del problema de la escasez de vacunas.
“En este momento, la escasez de vacunas es crítica, es peor de lo esperado al principio. En realidad, no podíamos hacer otra cosa que esperar a esa gran compra conjunta de la Unión Europea. También nos complicó el hecho de que esperábamos que la primera vacuna en salir, y en grandes cantidades, fuera la de AstraZeneca, pero luego las que llegaron antes fueron las, digamos, más modernas, las de Pfizer y Moderna, y esto puso patas arriba el plan diseñado. Y luego hay que contar con que estas vacunas tienen mucha demanda también fuera de la Unión Europea”.
Pfizer promete volver a repartir vacunas en gran cantidad desde la segunda mitad de febrero, una vez concluida la ampliación de la factoría de BionTech en Bélgica, y anunció que dará 75 millones más de las dosis previstas a la Unión Europea en el segundo trimestre de este año. Moderna sigue entregando cantidades discretas, mientras que el caso de AstraZeneca ha traído de cabeza a la Unión Europea, después de que la compañía redujera a, al menos, la mitad, su compromiso de suministro a los Vientisiete durante el primer trimestre de 2021. Finalmente, desde la semana que viene podrían empezar a llegar sus primeras vacunas.
En Chequia, Petr Šonka trazó un plan para poner incluso la vacuna de Pfizer a través de unos cinco mil médicos de cabecera de todo el país, pero este fue rechazado por el Gobierno alegando que la distribución de esta vacuna, a -70 °C lo impedía. Šonka no ve mayor problema en ello y cree que hay una motivación política en priorizar los grandes centros de vacunación. El doctor insiste en que gracias a los médicos de cabecera se podrían poner, al menos, 50 000 dosis al día, lo que sumaría un millón de vacunas al mes, pudiendo vacunar así a toda la población de la República Checa en cuestión de meses.
“Durante mucho tiempo y con bastante cuidado nos hemos esforzado en calcular cuál es nuestra capacidad y las cifras son totalmente reales. Hay consultas que podrían vacunar incluso más rápido, siempre que tengamos vacunas y los materiales necesarios, claro. No sé qué consulta podría no vacunar. Prácticamente todas vacunan contra la gripe o el tétanos. Y creo que todos toman el COVID también como su responsabilidad. En Chequia hay una gran tradición porque los médicos de cabecera ponen vacunas desde después de la guerra, desde la década de los 50. Los pacientes están acostumbrados a ello y quieren que así sea”.
Una vacuna “checa”
A todas las vacunas que deberían empezar a llegar a mejor ritmo próximamente, se les podría unir desde abril una producida en Chequia, la de la compañía estadounidense Novavax. Tal y como avanzó este lunes en CNN Prima News el primer ministro, Andrej Babiš, la producción en la factoría de Kostelec nad Černými Lesy, a 40 kilómetros de Praga, ya ha comenzado y “todo es cuestión de certificados y aprobaciones”, aseguró. Babiš también informó que la compañía espera producir mil millones de dosis al año, gran parte de ellas en la República Checa, y que la eficacia que han probado ya en estudios en Gran Bretaña es cercana al 90%.
Precisamente, los primeros estudios elaborados sobre la eficacia conocidos de Israel, el país que más avanzada lleva la vacunación, dan motivos para el optimismo. Por el momento, de las 715 000 personas que han recibido las dos dosis de Pfizer, se está demostrando una efectividad de 92%, muy cerca de la asegurada por la compañía, del 95%. Solo 317 de estas personas vacunadas ha contraído la enfermedad, esto es, un 0,04% y tan solo 16 necesitaron ser hospitalizadas, o sea, un 0,002% del total, según informó el Ministerio de Sanidad de Israel.