El Gobierno quiere vacunar a 5 millones de personas antes de otoño

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El Gobierno checo ha presentado su estrategia detallada para la vacunación contra el coronavirus. Un sistema centralizado establecerá la prioridad de los ciudadanos a la hora de recibir la vacuna, dependiendo de su edad, oficio y estado de salud.

La vacunación contra el COVID-19 en la República Checa se realizará en cuatro fases, según informó el Ministerio de Salud este martes. Tras la fase inicial, de preparación, se encuentra en curso ahora la fase I-A, que consiste en la vacunación de los grupos más vulnerables de población, como el personal sanitario y las personas mayores de 80 años.

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De acuerdo con el ministro de Salud, Jan Blatný, de esta manera será posible prevenir la saturación del sistema sanitario. Una vez concluida esta etapa, seguirá la fase I-B, en la que recibirán la vacuna otros grupos de la sociedad marcados como de alto riesgo o relevantes. El segmento incluye a personas mayores de 65 años, aquellas con enfermedades crónicas y grupos prioritarios involucrados en la infraestructura estatal crítica. A la fase I-B, le seguirá la fase II, en la que recibirá la vacuna contra el COVID-19 el resto de la población.

El ministro Blatný prevé que la vacunación de los grupos prioritarios, en total unas 600 000 personas, podría completarse en marzo a más tardar. Después le tocará al resto de los habitantes del país, según precisó los planes de su cartera en rueda de prensa este martes.

“A las personas que no sufren problemas de salud y son jóvenes les tocará vacunarse a finales de la primavera o principios del verano, más bien durante el verano. Estimamos que deberíamos ser capaces de vacunar a los cinco millones de personas deseados hasta finales del verano“.

Jan Blatný,  foto: ČTK/Kateřina Šulová

El ministro afirmó asimismo que el ritmo de la vacunación debería acelerarse. Para ello se abrirán centros de vacunación adicionales, cuyo número aumentará, de los 31 actuales, hasta llegar a 200, sostuvo Blatný, añadiendo que aún no ha llegado el momento de aprovecharlos.

“Hablamos de una capacidad que ronda unas cien mil personas al día. Estos centros de vacunación serán necesarios cuando Chequia reciba millones de dosis de vacunas cada mes. Si todo va de acuerdo con nuestras estimaciones, esto no será antes de marzo o abril”.

A medida que crezcan los suministros de dosis de la vacuna, se sumarán a la campaña de vacunación también los médicos de cabecera.

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Registro en línea centralizado

El 15 de enero será lanzado un registro centralizado, en el que deberán inscribirse todos los interesados en recibir la vacuna contra el coronavirus. El sistema después asignará una fecha, en relación con el nivel de prioridad, que se basa en una serie de criterios, según detalló el proceso el ministro.

Foto ilustrava: Filip Jandourek,  ČRo

“Durante las primeras dos semanas, los únicos que podrán registrarse serán los mayores de 80 años. Simultáneamente, se estará realizando un proyecto piloto de inscripción de los demás grupos de la población. Creo que, para el 2 de febrero, cuando el software empiece a funcionar plenamente, todos podrán registrarse. El orden dependerá del grupo en el que estén categorizados, dependiendo de su edad, oficio y las enfermedades que sufran”.

La fecha de la vacuna será confirmada por correo electrónico o un mensaje SMS.

Zdeněk Hřib,  foto: Jessica Petrů,  Archivo de ČRo

A pesar de los datos proporcionados por el jefe de la Salud checa, los representantes de las regiones reclaman no contar con suficiente información sobre el funcionamiento del sistema centralizado.

Otros, como el alcalde mayor de Praga, Zdeněk Hřib, temen que las intervenciones de los políticos del Gobierno podrían complicar el trabajo de los coordinadores regionales, tal y como pasó en verano durante la distribución del material de protección. El ministro prometió tomar en consideración las objeciones, pero no quiso desistir de un sistema centralizado.

Andrej Babiš contra la Comisión Europea

No obstante, la velocidad de la vacunación dependerá de los suministros de las dosis que lleguen a Chequia, según advirtió Blatný. Estos fueron criticados por el primer ministro, Andrej Babiš, quien culpó a la Comisión Europea por el retraso en la vacunación, sobre todo en comparación con otros países no comunitarios, como Reino Unido o Israel.

La Comisión rechazó las acusaciones, argumentando que los líderes de los países

Foto: ČTK/Vít Šimánek

miembros aprobaron el uso de las vacunas ya en junio, es decir, cuando aún no se sabía si el desarrollo de la vacuna sería exitoso.

La representación del Comisión Europea en Chequia afirmó asimismo que la Unión Europea pagó por anticipado durante el verano y el otoño vacunas a las empresas que más habían avanzado en su desarrollo, hecho que permitió apresurar el proceso y también conseguir las dosis a un precio más favorable.

En Chequia rige en estos días el nivel cinco del sistema antiepidémico PES, al que corresponden medidas estrictas que limitan el funcionamiento de la vida pública. No obstante, tras las fiestas de Navidad, los nuevos contagios siguen en auge. El martes se registraron más de 17 000 nuevos casos de coronavirus y se vuelve preocupante también la situación en algunos hospitales.

Al ser cuestionado por la Televisión Checa al respecto, el ministro Blatný afirmó que las medidas actuales, que entraron en vigor el pasado 27 de diciembre, son lo suficientemente estrictas. Recordó asimismo que las restricciones tardan entre 10 y 14 días en dar resultados.

Autor: Romana Marksová
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