Un recorrido por la identidad eslava
El Camino Cultural Europeo de San Cirilo y San Metodio representa un conjunto de rutas tras las huellas de los hermanos misioneros que sentaron las bases de la cristianización de los pueblos eslavos.
Decenas de monumentos sacros, lugares de peregrinación y yacimientos arqueológicos, unidos por el culto de los 'apóstoles de los eslavos', conforman el Camino Cultural Europeo de San Cirilo y San Metodio que aspira a formar parte de los Itinerarios Culturales del Consejo de Europa.
Este ambicioso proyecto, que busca descubrir las raíces de la cultura eslava, es conformado por más de 500 kilómetros de rutas que atraviesan las regiones checas de Zlín, de Moravia del Sur y una parte del territorio eslovaco. Todos los caminos conducen a la localidad de Velehrad, el antiguo centro del Imperio de Gran Moravia, donde los hermanos misioneros llegaron en 863 con el fin de difundir el cristianismo entre la población pagana.
Con el desarrollo de las rutas, la Asociación del Camino Cultural Europeo de San Cirilo y San Metodio busca conservar y conmemorar la particular historia de la introducción del cristianismo en los países eslavos, apuntó para Radio Praga Internacional la directora de la asociación, Martina Janouchová.
“Las rutas de San Cirilo y San Metodio están destinadas a todas las personas interesadas en la cultura de su país, y también a los extranjeros. Se trata de caminos que siguen las huellas de las raíces culturales eslavas y que se dirigen a las regiones de Zlín y de Moravia del Sur, zonas que representaban un territorio importante en la Edad Media, desde donde se expandió la cultura cristiana a nuestros países”.
Avivar el legado
Las rutas comunican localidades relacionadas con el legado de los misioneros, como es el monte de Radhošť, la localidad de Děvín o la ciudad de Uherské Hradiště. Los peregrinos pueden conocer asimismo diversas bellezas naturales y visitar localidades conocidas por la presencia de energía positiva. A lo largo del camino se encuentran parques arqueológicos, museos, galerías y bibliotecas que ofrecen datos de interés sobre el patrimonio cultural medieval, como es el alfabeto glagolítico creado por San Cirilo o la literatura de la época. Impulsar la curiosidad del público y educar son otras de las metas del proyecto, afirma Janochová.
“Mucha gente no cristiana percibe el legado de San Cirilo y San Metodio como un capítulo de la historia en el que no hace falta profundizar. Nosotros queremos impulsar el interés en este hito histórico porque creemos que es un legado actual. Merece la pena conocer los destinos de los misioneros y de sus discípulos y contemplar aquella época y sus personajes. Se trata de íconos morales”.
Expansión por todo el continente
El Viejo Continente cuenta con un total de 38 caminos culturales y espirituales denominados por el Consejo de Europa como el Itinerario Cultural Europeo. El primer itinerario cultural fue el Camino de Santiago determinado en 1987, seguido de rutas dedicadas al compositor Wolfgang Amadeus Mozart, a los celtas, a los vikingos o al emperador Carlos V, entre otros fenómenos. El Camino Cultural Europeo de San Cirilo y San Metodio también aspira a obtener esta distinción europea, señala Janochová.
“No aspiraríamos a este reconocimiento si no estuviéramos seguros de que se trata de un asunto que ha tenido impacto en la mayoría de los países europeos, o mínimo en todos los eslavos. La misión de San Cirilo y San Metodio se inició en Constantinopla y atravesó muchos países, donde permanecen sus huellas y las de sus discípulos. Conjuntamente con nuestros socios de los países clave queremos incluir entre las rutas los lugares más importantes que los visitantes no deberían perderse”.
El plan para los próximos años es expandir los recorridos señalizados a otros países influidos por la misión de los hermanos. El proyecto más cercano consiste en comunicar la localidad de Velehrad con Salónica, la ciudad natal de los hermanos misioneros, y con Roma, donde defendieron su enseñanza.
La asociación se encuentra actualmente en el proceso de búsqueda de socios a nivel regional y nacional de varios países europeos para extender el camino de peregrinación. Todos los trayectos cuentan con un elaborado sistema de señalización turística física y digital. Los caminantes pueden adquirir en uno de los centros informativos un pasaporte de peregrinación para reunir los sellos respectivos. Al recorrer un mínimo de 15 kilómetros y obtener tres sellos, los peregrinos pueden solicitar una tarjeta conmemorativa.
Conforme a la localidad y la época del año, los romeros pueden participar en una serie de eventos relacionados con las tradiciones, como la bienvenida de la primavera, festivales medievales y peregrinaciones colectivas.