El tango - una danza sensual sin contenido erótico
"El tango como cierta forma de existencia" - este fue el tema de la conferencia del maestro del tango Julio Horacio Martinez Cajide, de Argentina. En la sala del Instituto de Español de Praga sonaron compases del tango, acompañados con proyecciones en video y explicaciones del maestro.
El tango nació a inicios del siglo pasado en Buenos Aires, explicó Julio Horacio Martinez Cajide.
"Había dos formas de danza de pareja: de pareja suelta, donde cada uno podía realizar movimientos diferentes, y de pareja unida, donde los movimientos eran paralelos. En el tango se junta, por un lado, la pareja unida pero en un abrazo estrecho, prácticamente sin distancia entre los cuerpos, y donde cada uno hace un paso diferente. O sea, se juntan las dos corrientes y eso fue un fenómeno único en la historia".
Después de que el tango conquistó París, emprendió una gira triunfal por toda Europa. La popularidad del tango tiene varias razones, dijo Julio Horacio Martinez.
"Yo pienso que el tango por un lado plantea preguntas y por otro lado brinda respuestas. En una época donde empezó haber una mecanización de todo, una industrialización, una época en que se empezaron a deshumanizar muchas cosas, apareció una danza que retomaba el contacto, el abrazo, el afecto hecho danza".
Julio Horacio Martinez no está de acuerdo con la opinión generalizada de que el tango es una danza con contenido erótico.
"Yo estoy de acuerdo con que es una danza sensual. Además, el erotismo no tiene que ver con la danza, sino con la gente. El contenido erótico se puede poner, pero para eso no hace falta bailar. Yo creo que hay danzas mucho más eróticas y mucho más obscenas que el tango. Para mí el tango no es obsceno, ninguna danza lo es. Pero digamos que hay bailes como las danzas orientales, danzas de vientre que son de una sola persona. Allí sí hay una carga erótica en cuanto a alimentar deseos. En el tango hay una carga sensual pero es como un deleite en la danza misma, una compenetración con la otra persona. Si le ponemos un componente erótico se pierde esa concentración. El tango necesita una concentración tal que yo sea uno con la otra persona. Tenemos que sentir la música a la vez, tenemos que concentrarnos de tal manera que nuestros cuerpos y nuestros pasos armonicen. Si en el bailar pongo la intención de irme a la cama, desvirtúo todo porque pierdo toda esa comunicación".
Julio Horacio Martinez Cajide participó en diversos festivales de tango. A la enseñanza de esta danza se dedica desde 1988 y hace un año se desempeña como maestro de tango en Praga.