Día de los muertos en el parque Stromovka de Praga

Foto: autora
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Cielo nublado, senderos abandonados, bajo los pies crujen las hojas caídas y sólo su color amarillo permite divisar el camino en la oscuridad. Es el Día de los Santos. De repente aparece la luz de las velas. En las orillas del lago del parque Stromovka de Praga se festejó en la tarde de este martes el Día de los Muertos mexicano.

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Junto a un sencillo altar decorado, los visitantes entonaron "Ay, hijo", la canción favorita de la abuela fallecida de una de las organizadoras de la velada, que explicó cuáles eran los atributos típicos de un altar mexicano realizado con motivo del Día de los Muertos. En aquél instalado en Stromovka, no faltaba la botella de vodka y una hoja de sopa de letras, entretenimiento preferido de su abuela.

De la celebración del Día de los Muertos en Praga se encargaron entusiastas del teatro Alfred ve dvore.

"Esta velada es un experimento, una mezcla, un encuentro intercultural con el que la mayoría del equipo checo ha intentado realizar el Día de los muertos mexicano. Creo que al final lo hemos logrado. Dado que como mínimo la mitad de los visitantes son mexicanos y están contentos y felices, creo que ha salido bien", nos lo explicó Sárka Havlícková, directora artística del Teatro Alfred ve dvore.

Los visitantes, entre los que había muchos niños, también pudieron ver una escenificación improvisada del hogar de dos muertos, paladear el típico pan de muerto, cuyo sabor recuerda al de la trenza navideña checa, y decorar su propia calavera de azúcar.

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"Se pueden decorar con abalorios, uvas pasas, especias, papelitos. A la mía le puse el nombre de Teresa, así se llama una amiga mía. Las calaveras se usan para hacer tus propios rituales. Se ponen en una bandeja y luego se les puede traer una merienda, por ejemplo".

Sárka Havlícková nos explicó cómo preparó las calaveras.

"Son de agua y azúcar que se hierven juntas. Luego el líquido se vierte en moldes pequeños y se deja solidificar, durante aproximadamente tres horas. Cuando se enfría, se sumerge por un rato en agua fría y se saca del molde".

En el lago adyacente, guardado por una pareja de Muertes, flotaba una figura blanca.

"Ha sido nuestra manera checa de reconciliarse con la muerte. Realizamos con globos la llamada ´muerte leve´. La tiramos al lago para demostrar que la hemos superado y encontrado una relación con la muerte".

Jana Kochankova  (Foto: autora)
Del parque de Stromovka nos trasladamos a la cercana Academia de Artes Plásticas, donde se inauguró una exposición de obras variadas con el motivo de la calavera. La estudiante de arte Jana Kochánková nos explicó cómo se le había ocurrido la idea de organizar esta exposición:

"Me he fijado que muchos artistas representan la calavera en sus pinturas. Es un símbolo. Yo misma también realicé algunas. Un amigo mío tiene una filosofía sobre el color del año afirmando que cada año tiene su propio color. El año pasado fue negro, fue un año pirata y su símbolo era una calavera. Ese año también nos dimos cuenta de que las calaveras empezaron a aparecer en prendas de vestir, zapatos, ropa interior".

La exposición titulada "Qué terrible que es, pero todavía podría ser peor" permanecerá abierta al público hasta el once de noviembre de lunes a viernes.

Las dos actividades forman parte de la semana de teatro mexicano progresivo en el teatro Alfred ve dvore, que se celebra en cooperación con la Embajada de México y el Instituto del Teatro en el marco de la Temporada del Teatro Checo en América Latina.