Josef Masín regresa 52 años después de su huida de la Checoslovaquia comunista

Milan Paumer (a la izquierda) y Josef Masín (Foto: CTK)
0:00
/
0:00

En el año 1953 Josef Masín, su hermano Ctirad y su compañero Milan Paumer huyeron de la Checoslovaquia comunista a través de Alemania del Este hacia Berlín Occidental. Por primera vez desde aquella acción dramática, durante la cual le pisaron los talones hasta 24 mil soldados armados, Josef Masín ha vuelto al territorio de la antigua Checoslovaquia para asistir a una conferencia sobre el papel de la represión en el comunismo, celebrada en la capital de Eslovaquia, Bratislava.

Milan Paumer  (a la izquierda) y Josef Masín  (Foto: CTK)
Aún después de más de cincuenta años, la historia de los hermanos Masín y su grupo de resistencia anticomunista despierta reacciones contradictorias. Cada año, en vísperas de la fiesta nacional del 28 de octubre, se debate acaloradamente sobre si los Masín merecen o no una condecoración estatal. Se les reprocha que su resistencia armada contra los comunistas costó la vida a seis personas. Josef Masín opina que dichas controversias nacen del hecho de que los checos desconocen lo que fueron los años 50, agregando que los comunistas declararon una guerra civil a sus opositores. Además, los hermanos se sintieron comprometidos por el legado de su padre, el teniente coronel Josef Masín, que había sido ejecutado durante la Segunda Guerra Mundial por su lucha de resistencia antinazi, explicó Josef Masín, el hijo:

"Después del año 1948 al ver que fue ejecutado el general Heliodor Píka, uno de los amigos de nuestro padre, que los demás oficiales tuvieron que refugiarse en el extranjero y que también fue ejecutada Milada Horáková, nos dimos cuenta de que algo no funcionaba en el sistema comunista e iniciamos nuestras actividades".

Posteriormente se sumaron a ellos Milan Paumer, Zbynek Janata y Václav Svéda, explicó Josef Masín.

"Siempre intentábamos informar sobre nuestras actividades a cuantas menos personas fuese posible. Gracias a ello sobrevivimos. Y yo estoy feliz de poder estar ahora aquí".

Zbynek Janata y Václav Svéda fueron capturados durante la huida y condenados en Checoslovaquia a la pena de muerte. Milan Paumer llegó con los hermanos Masín a Berlín Occidental a pesar de haber sufrido una grave herida. Hace más de tres años regresó de EE.UU., donde residía, a la República Checa.

"No quiero que me consideren aquí como un jubilado que recibe una buena pensión de EE. UU. y no quiere hacer nada. Me decidí a trabajar con los jóvenes porque creo que ésta es la base de todo. Es un trabajo lento y minucioso, pero creo que hemos tomado el rumbo correcto. Me gusta mucho organizar debates en escuelas y liceos, porque los jóvenes hacen preguntas. Es muy importante que entiendan", dijo Paumer.

Por su parte, Josef Masín no piensa por el momento en una vuelta a su país natal:

"No creo que sea posible para mí volver a la República Checa en un futuro próximo. Esos centenares de miles de presos y víctimas del comunismo tuvieron la obligación, en el año 1989, de advertir sobre el carácter criminal del régimen comunista y sobre la necesidad de eliminar el Partido Comunista. Pero el pueblo checo entonces fue engañado por sus líderes y esa camada comunista todavía está allí. Lo que ahora hay en la República Checa es un capitalismo comunista. Es una tragedia, pero espero que ocurra algo. Creo en la juventud".

Josef Masín viajó a Bratislava acompañado por su hija Barbara, que acaba de publicar en checo un libro sobre la verdadera historia de su padre, su tío y sus compañeros titulada "Legado". A la conferencia en la capital eslovaca también asistió Zdena Masínová, hermana de los Masín, que tras su huida permaneció en Checoslovaquia sufriendo la revancha del régimen comunista. Ctirad Masín saludó a los presentes desde su casa, en EE.UU.