Ríe, y todos se reirán contigo, llora y vas a llorar solo

Jan Masaryk

El antiguo jefe de la diplomacia checoslovaca, Jan Masaryk, hijo del primer presidente del Estado checoslovaco independiente, T.G. Masaryk, falleció en 1948 bajo circunstancias enigmáticas. La versión oficial del régimen comunista hablaba de un suicidio, pero en 2004 los investigadores llegaron a la conclusión de que se trató de un asesinato cometido por el Servicio de Inteligencia de la extinta Unión Soviética.

Apenas dos semanas tras el golpe de Estado comunista, el 10 de marzo de 1948 Jan Masaryk fue encontrado debajo de las ventanas de su piso de servicio en el Palacio Cernín. ¿Saltó por su propia voluntad o alguien lo empujó?

La versión de los investigadores de aquella época fue clara: Se trató de un suicidio. No obstante, hace dos años, la Oficina para la Investigación de los Crímenes del Comunismo llegó a la conclusión de que Jan Masaryk fue asesinado por individuos desconocidos.

Un examen pericial elaborado por el especialista en caídas desde altura, Jirí Straus, llegó a la conclusión de que Masaryk tuvo que ser arrojado por la ventana desde su apartamento, en la sede del Ministerio de Exteriores.

"Las heridas fueron detectadas sobre todo en los talones, en la pelvis y en las vértebras. La cabeza permaneció, no obstante, intacta, prueba de una caída coordinada y de que la persona que caía estuvo consciente tratando de caer de pie y moderar así las consecuencias de la misma", explicó Straus.

El perito precisó que las heridas sufridas a causa de la caída no fueron letales, pero que la sobrecarga a la hora de caer fue demasiado grande y que le desgarró el corazón a Jan Masaryk.

Las pruebas indirectas señalan al entonces Servicio de Inteligencia soviético, pero hasta que no sean abiertas los archivos moscovitas de la KGB, nadie podrá confirmar esa suposición con certeza.

Por otro lado, hay quienes insisten en que Masaryk se suicidó, entre ellos incluso sus compañeros de trabajo más cercanos. Por ejemplo, su secretario Antonín Sum, expresó que el jefe de la diplomacia fue la primera víctima voluntaria contra la arbitrariedad del terror totalitario comunista, igual que unos veinte años después Jan Palach y Jan Zajíc, dos jóvenes que se autoinmolaron en 1969 protestando contra la ocupación de Checoslovaquia por la tropas del Pacto de Varsovia.


El segundogénito hijo del primer presidente checoslovaco tuvo dos caras, la primera era la de un compañero divertido que tocaba muy bien el piano y era capaz de entretener a sus acompañantes con abundantes anécdotas, la segunda era la de una persona afligida que sufría profundas depresiones.

Siendo joven, Jan Masaryk, fue un estudiante muy inteligente, pero también muy problemático. Su padre sufría mucho por el comportamiento de su hijo y lo castigaba duramente por sus actos, pero inútilmente.

Una vez, Jan robó a un inspector escolar. El Consejo de Educación decidió expulsarlo de todas las escuelas secundarias, pero tras la intervención de su padre, obtuvo otra oportunidad en un liceo académico. Sin embargo, también allí fue amonestado varias veces por su comportamiento e infracciones a las reglas escolares. Al final, en 1906 se fue por siete años a EE.UU. sin terminar la escuela secundaria.

"Ríe, y todos se reirán contigo, llora y vas a llorar solo".

Sus depresiones se profundizaron de tal manera que tuvo que ser hospitalizado en un sanatorio psiquiátrico. En 1915 fue llamado al frente de batalla durante la Primera Guerra Mundial y tras la proclamación de la primera República Cheoslovaca independiente, en 1918, volvió a su patria, donde empezó a prepararse para la carrera diplomática.

Desde 1925 se desempeñó como embajador en Inglaterra, y gracias a sus habilidades y su actitud, su carrera fue muy exitosa. Bajo la ocupación nazi de Checoslovaquia, en 1940, fue nombrado como ministro de AA.EE. del Gobierno checo exiliado en Londres, y este cargo lo siguió desempeñando una vez terminada la Segunda Guerra Mundial.

No obstante, fracasos en su vida personal, sobre todo en sus relaciones amorosas, su desequilibrio psíquico, el que intentaba curar con alcohol, el desarrollo de la situación política en la Checoslovaquia posbélica y finalmente el golpe de estado comunista, todo ello iba profundizando sus depresiones. Éstas desembocaron en su muerte, la trágica noche del 10 de marzo de 1948, hecho que sigue provocando interrogantes.