El literato multifacético Ludvík Vaculík cumple 80 años
Ludvík Vaculík, una de las grandes firmas de la literatura y del periodismo checo cumplió ochenta años de edad. Su pluma crítica contra el régimen comunista lo llevó a encabezar la lista de escritores prohibidos, pero su voz siempre se ha mantenido firme aún después de derrocado el comunismo.
Ludvík Vaculík pasó a la "lista negra" en 1967, tras pronunciar un discurso en la Asamblea de los escritores checos acusando al Partido Comunista de no dar solución a los problemas que afectaban a la sociedad.
Un año más tarde redactó el manifesto "Dos mil palabras", que exhortó a sustituir la dictadura por la democracia, lo que convirtió a Ludvík Vaculík en un autor prohibido. Durante veinte años sus obras se publicaban en el extranjero o en el "samizdat". La más importante fue la serie de folletines denominada "Estamos en primavera". Ludvík Vaculík participó durante dos décadas en la edición de samizdat "Cerrojo", cooperó con la redacción checa de la emisora Europa Libre y firmó el manifesto contra el gobierno comunista "Carta 77". Durante todo el tiempo fue vigilado por la policía secreta comunista.
Tras la Revolución de Terciopelo en 1989, Ludvík Vaculík sigue siendo un gran crítico de la sociedad y del acontecer político. Sus mejores armas son los folletines, con los que continúa el camino iniciado por los escritores Jan Neruda y Karel Capek. Sus escritos, al igual que los de sus antecesores, destacan por la agudeza de ideas, la claridad de juicio y un excelente nivel lingüístico. Su objetivo también es claro, luchar por una vida digna.