Muere Milan Píka, hijo del general Heliodor Píka, asesinado por los comunistas
A la edad de 96 años falleció este miércoles en Bratislava el veterano de la Segunda Guerra Mundial, Milan Píka, general checo y eslovaco.
Milan Píka fue uno de los militares checos que después de la ocupación de Bohemia y Moravia por los nazis en 1939 huyó con su madre al extranjero, a Rumania, siguiendo los pasos de su padre, Heliodor Píka que en ese país se adhirió a la resistencia.
Píka hijo se trasladó luego a Francia donde se unió al Ejército Checoslovaco en el Exterior y, tras la ocupación de ese país por los nazis, viajó al Reino Unido donde ingresó en la Real Fuerza Aérea británica (RAF).
Sin embargo, en vista de padecer problemas oculares, no podía combatir al enemigo nazi desde el aire, como señala el historiador Prokop Tomek.”Por problemas de visión llegó a formar parte del personal de tierra de la RAF. Más tarde llegó a dirigir algunas de las operaciones desde tierra. O sea que según sus posibilidades tomó parte activa en las operaciones bélicas en el exterior”.
Al terminar la guerra, Milan Píka regresó a Checoslovaquia y continuó trabajando en las Fuerzas Armadas. No obstante, tras el golpe comunista fue perseguido por el nuevo régimen en relación con la sentencia infundada contra su padre, el general Heliodor Píka.
En una farsa judicial éste fue condenado por supuesta traición a la Patria a la pena capital y el 21 de junio de 1949 fue ejecutado en la prisión de Bory, en Pilsen. Píka hijo fue despedido de las Fuerzas Armadas y encarcelado.
En una entrevista ofrecida hace algún tiempo a la Radiodifusión Checa, Milan Píka recordó cómo lo detuvieron.”Me llevaron al Estado Mayor y allí comenzaron a interrogarme. Me inculpaban que había estado preparando el secuestro de mi padre al extranjero. Esto supuestamente con el fin de que pueda ser acogido por el Servicio de Inteligencia británico o estadounidense. Era absurdo todo y lo denegué”.
Al salir de la prisión, Milan Píka no encontraba trabajo en Bohemia, por lo que se mudó a Eslovaquia, donde se quedó el resto de su vida. En la mencionada entrevista, Píka se refirió también al periodo que siguió a su puesta en libertad.
”Me pusieron en libertad, pero me enviaron a trabajar a las minas de uranio de Jáchymov. Simultáneamente me degradaron de capitán a soldado raso y tuve que abandonar también mis estudios en la Universidad Carolina. O sea que a pesar de salir de la cárcel seguía siendo castigado porque me privaron de mis derechos y mi dignidad como ciudadano”.
En los años 50 Milan Píka se empeñó por que tanto él como su padre fueran rehabilitados. Según recalca el historiador Prokop Tomek, a su padre que había luchado por los intereses nacionales tanto en la Primera como en la Segunda Guerra Mundial le tenía un gran respeto y afecto y estaba convencido de que su condena fue totalmente injusta.”Su padre fue realmente una personalidad extraordinaria. Hizo un gran trabajo en los Balcanes y luego también al representar los intereses de Checoslovaquia en la Unión Soviética y la formación de una unidad militar en ese país. Sus méritos fueron pisoteados por el régimen comunista, tergiversados y utilizados en su contra. Esto es algo de lo que poco se sabe hasta el presente. Fue ejecutado a la edad de 51 años”.
En la década de los 60, Milan Píka consiguió que su padre fuera plenamente rehabilitado. Pero tuvo que esperar hasta los años 70 a que también él fuera rehabilitado.
En 1990, tras los cambios democráticos en Checoslovaquia, Milan Píka, fue ascendido a coronel y en 2014 el Ministerio de Defensa checo lo nombró general de brigada.