Expulsado espía ruso

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Un espía ruso trataba de recoger informaciones sobre la OTAN y la UE en la República Checa. El agente fue descubierto por el servicio de contraespionaje militar y expulsado del país.

El diario checo Mladá Fronta Dnes informa que el servicio militar de contraespionaje descubrió a un agente de la Federación Rusa dislocado en la República Checa.

Según informaciones del reporte anual del servicio de contraespionaje se trató de uno de los llamados "agentes ilegales". En la jerga de los servicios de inteligencia significa que se trata de agentes que actúan bajo el manto de clandestinidad más profundo y no tienen inmunidad diplomática.

Durante sus misiones, los "ilegales" evitan la atención y saben mezclarse sutilmente en la sociedad que penetran, por lo general actúan como estudiantes, científicos, hombres de negocios o periodistas.

El portavoz del servicio de inteligencia militar, Ladislav Sticha, dijo que se contó con tantas pruebas contra el agente que su país de origen no aplicó ninguna medida recíproca.

"Indiscutiblemente era un agente de un servicio de inteligencia extranjero. Intentó conseguir informaciones secretas y muy delicadas sobre el funcionamiento de la OTAN en Bruselas y sobre la Unión Europea, pero sin éxito alguno".

Los agentes del servicio militar de contraespionaje le seguían la pista desde hacía mucho tiempo. Cuando consideraron que la permanencia del espía ruso en el país representaba un peligro para la seguridad fue contactado personalmente.

"No hubo ningún escándalo. Los oficiales checos le recomendaron que abandonara el país cuanto antes. Y el espía ruso salió del territorio nacional al día siguiente. Se le prohibió para siempre la entrada a la República Checa", subrayó el portavoz del servicio de inteligencia.