La comunidad mexicana homenajea a los muertos

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El 1 de Noviembre, día de todos los santos, la comunidad mexicana de Praga se dio cita en el parque de Stromovka para rendir homenaje a sus muertos, toda una tradición que tiene sus raíces en los ritos prehispánicos. Calaveras, velas, altares... todo dispuesto para que los muertos se sientan recordados en el más allá y en estas fechas regresen para festejar su día con sus familiares vivos.

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Entre tenues luces de candela y el gélido viento que sacudía las ramas de los árboles aparece un espectro. Es un esqueleto ataviado con una mortaja, y con sus manos hace una escabrosa invitación al visitante para que se una a la fiesta de los muertos. El lugar de la cita con la muerte: los lagos del parque de Stromovka.

La comunidad mexicana de Praga se reúne todos los años para celebrar tan peculiar y tenebrosa fiesta. En ella, se recuperan los ritos y tradiciones de las culturas prehispánicas. Una fiesta orientada a recordar a aquellos que ya no están con nosotros, pero que nos miran desde otro mundo.

El embajador de Mexico, Federico Salas, activo participante en esta fiesta todos los años, nos comenta que en Mexico existe una relación de cercanía con la muerte, y esta fiesta sirve para celebrar a los muertos de una manera alegre.

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Entre todos los atributos que se pueden encontrar en la fiesta mexicana del día de los muertos, el altar de los muertos es el que causa mayor interés. Una mesa de dimensiones pequeñas, forrada con un manto de colores y equipada con todo tipo de objetos comestibles, fotografías del difunto, de una estampa de la virgen, y de flores de cempazuchil, también conocidas como flores de los muertos.

El altar es el elemento más importante de la fiesta, es donde se prepara todo aquello que en vida le gustó al difunto y que por tanto le va a servir en la otra vida. Algo que tampoco puede faltar en la fiesta mexicana del día de todos los santos es el llamado pan del muerto, una especie de pan dulce con forma de cráneo humano.

La celebración mexicana del día de todos los santos tiene diversos orígenes. Según desveló Federico Salas, el origen primitivo lo encontramos en los ritos de las culturas prehispánicas. Tanto los aztecas como los mayas siempre estuvieron en contacto contínuo con la muerte, tenían una relación muy estrecha con ella. Después, con la llegada de los españoles y la implantación forzosa de la religión católica, los ritos ancestrales prehispánicos se mezclan con las creencias católicas de la resurrección. Sin embargo, pese al devenir de los siglos y las influencias, la fiesta ha conservado su carácter tradicional hasta hoy.

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Salas remarcó que las culturas checa y mexicana no están tan lejos, ya que también los checos han mantenido en alguna época de la historia una vinculación más estrecha con la muerte. Ejemplo de ello es el gran osario de Kutná Hora, que demuestra que en la República Checa también ha habido esa relación cercana a la muerte.

Como apunte final que demuestra que checos y mexicanos no son tan diferentes, Salas comentó que la primera cerveza creada en Mexico, la Cerveza Bohemia, se llamaba así porque fueron unos checos los que la crearon en Mexico hace más de cien años.