La policía se incauta de 3000 licencias de conducir desde el pasado julio
Desde que entrara en vigor la nueva ley de tráfico el pasado julio, la policía checa tiene el derecho de retener el carné de conducir al conductor inmediatamente después de que haya cometido una infracción a la ley. Unos tres mil conductores checos perdieron así su licencia de conducir durante el último medio año.
Según datos estadísticos, el alcohol es el principal motivo de una confiscación inmediata del carné de conducir en la República Checa. La policía, además, puede retener la licencia a personas que conduzcan, a pesar de tenerlo prohibido, o en caso de que exista la sospecha de que hayan causado un accidente de tráfico.
Según la nueva ley, la policía se puede incautar del automóvil o incluso encerrar en prisión preventiva a las personas que conduzcan, a pesar de no tener el permiso. No obstante, pocas veces hace uso de este derecho. Los tribunales tardan mucho en llevar a cabo los pleitos y mientras tanto estos conductores son considerados como inocentes y pueden seguir conduciendo sin tener la licencia necesaria, aunque la policía los pille reiteradamente.
Desde el pasado julio, la policía checa persiguió a casi 10 mil personas que condujeron sin tener un carné válido.Este año, además, termina la validez de las licencias de conducir expedidas entre los años 1964 y 93. El portavoz del Ministerio de Transporte, Karel Hanzelka, resaltó que a partir del próximo primero de enero, la policía va a multar a los conductores que se olviden de cambiar su carné por un nuevo documento.
"Si el conductor tiene el carné caducado, no pierde la licencia de conducir, sin embargo, el policía puede imponerle una multa de hasta 70 euros".
En la República Checa hay actualmente unos seis millones de conductores, una tercera parte de ellos tendrá que cambiar el carné de conducir antes de finales de año.