Doce horas con Cervantes
Las palabras de Miguel de Cervantes trajeron su figura a Praga. La embajada española organizó, en el día del libro el pasado lunes, una lectura ininterrumpida de El Quijote durante doce horas.
Por tercer año consecutivo, la embajada española en colaboración con el Instituto Cervantes de Praga decidió celebrar el día del libro con una lectura continuada de una de las obras más importantes de la literatura española, el Quijote de Cervantes, por espacio de doce horas. En 1995 se decidió establecer el 23 de abril como día del libro, fecha de la muerte, en 1616 de Miguel de Cervantes y William Shakespeare. Ramón Machón, asistente del Departamento de Cultura de la Embajada Española, comentó que, aunque es el tercer año que se hace una lectura del Quijote, en España se lleva haciendo muchos más tiempo.
"Bueno la lectura del Quijote tiene una larga tradición en España, se hace en el círculo de bellas artes de Madrid y dura 24 horas. Aquí somos un poco más modestos y no estamos en España, entonces son doce horas. Nos conectamos con Madrid por videoconferencia con Madrid durante un ratito por la tarde hacia las ocho y media y igualmente se conecta gente de todo el mundo, de latinoamérica, desde África, desde Asia... y bueno, somos un caso muy especial también porque es quizás el único país centroeuropeo donde se hace una cosa parecida."
La lectura del Quijote, que se celebra por tercera vez en Praga, se acompaña cada año de fragmentos de alguna otra obra. Si el año pasado se incluyó la lectura de "El soldado Svejk" en el evento, este año se ha optado por incluir el Cantar de Mío Cid, aprovechando la cercanía de la fecha de su octavo centenario, con lo que se pudo disfrutar de los pasajes más interesantes de ambas obras.
"Lo de combinarlo este año con la lectura del Mío Cid también es debido al aniversario del primer manuscrito que se conoce del poema de Mío Cid. El año pasado se combinó el Quijote con "El Soldado Svejk", que es una novela humorística checa de Hasek, y así queremos seguir año tras año, combinando el Quijote con alguna obra fundamental de la literatura o bien checa o española."
La lectura, que tuvo lugar en la biblioteca de Praga, contó con la participación de diversos embajadores de los países latinoamericanos así como personalidades de la vida política y cultural checa y estudiantes de español.
"Por un lado desde por la mañana están llegando embajadores latinoamericanos, gente más digamos vinculada al mundo político checo, director de la biblioteca muncicipal, que es donde hacemos este año la lectura... y eso se va combinando con estudiantes de español, y gente diversa, la lectura está abierta, se hace una lista del orden en el que se va a leer, pero está abierta a cualquiera que quiera apuntarse puesto que se hace tanto en checo como en español".
Paralelamente, el Instituto Cervantes de Praga programó una serie de coloquios, y obsequió a todos aquellos que se presentaron al centro con un libro y una flor, siguiendo la tradición de la llamada fiesta de Sant Jordi de Catalunya y Valencia.
El pasado sábado Praga se convirtió en la capital mundial de los Scouts. La asociación de Scouts checos organizó una serie de celebraciones para conmemorar el primer centenario de existencia de esta organización, dedicada a fomentar el senderismo y las marchas en la juventud.
Así, cerca de 10.000 visitantes pudieron asistir en la plaza de la Ciudad Vieja de Praga a la fiesta de aniversario de los Scouts. Bajo el nombre de "Objevte Svet" o "Descubrir el mundo", el festival reunió a varios centenares de Scouts, que representaron treinta países de los diferentes continentes, organizando actividades típicas de cada una de esas naciones, como juegos Australianos, talleres de brazaletes africanos o un curso donde se enseñaba a saludar en japonés.El festival fue impulsado por Junák, la asociación de Boy Scouts de la República Checa. Dicha organización, fundada en 1911 pero prohibida desde 1940 hasta 1989, cuenta con un total de 70.000 miembros en todo el país.
Durante el evento, que contó además con la presencia de embajadores de varios países, se batió un record al crear el pañuelo Scout más largo del mundo, hecho de 216 pañuelos de Scouts procedentes de todas partes del mundo, cubriendo un área de setenta metros cuadrados. Las celebraciones se cerraron con la actuación de varios grupos de música checos en la plaza de la Ciudad Vieja de Praga.